Sociales

ZWI MIGDAL: la imagen del espanto. (Tercera nota)

Casa de Zwi Migdal, Av Córdoba y Agüero (Balvanera)
Crédito: Archivo

Por José Pepe Marquínez

ZWI MIGDAL, la agrupación que aglutinaba rufianes de origen judío-polacos con presencia en nuestro país, fue incrementando su patrimonio en forma llamativa como producto de la actividad ilegal que realizaba. Los ingresos eran cuantiosos.

En 1924, conforme lo expresé en mi anterior nota, la asociación adquirió un valioso inmueble ubicado en el barrio de Balvanera, más precisamente en Avda. Córdoba 3280 esquina Agüero. Se trata de una casona imponente que denota una arquitectura descollante y un importantísimo valor de mercado. Al frente, jardines, dos plantas con calefacción y se compone de un gran hall de entrada, escritorio, comedor, sala, comedor diario, baños y habitaciones de servicio. En el primer piso se advierten seis dormitorios y tres baños y en la segunda planta, dos habitaciones, un baño, terraza y lavadero.

Luego de su adquisición se instaló una sinagoga, salón de fiestas, bar comedor y sala velatoria. De más está decir que todo esto era la pantalla para encubrir las actividades ilícitas que desarrollaba la Sociedad.

La escritura traslativa de dominio del inmueble fue suscripta el 25/11/1924, ante el escribano Alfredo Darmandrail y en representación de la compradora ZWI MIGDAL los señores Wolf Brocman, José Leib Zytnitzki, Wolf Singer y Simón Brutkievich. Habida cuenta de la falta de cumplimientos de algunos requisitos formales por parte de la ZWI MIGDAL se dejó para más adelante consignar la titularidad a nombre de la Sociedad.

¿Pero para qué se realizó la transacción? En principio, porque convenía preservar la seguridad de los ahorros que correspondían a dinero obtenido fuera del circuito legal y lograr su blanqueo. Segundo, para demostrar a la clientela y acreedores la solvencia de la Sociedad y el poderío económico de la misma.

En el salón central que poseía generosas dimensiones, se realizaban los encuentros sociales. Se conocía a la mujer elegida, se disfrutaba de la reunión. En este ámbito nacieron los tangos prostibularios entre otros “Dame la lata” (1884), cuyo título obedece a la ficha de bronce que era entregada por la madama a los clientes, a cambio de dinero para abonar a la pupila por el servicio. A fin de semana entre ésta y el canfinflero (1) arreglaban las cuentas. (2) La ficha de bronce decía en letras sobre relieve: Discreción- seguridad es decir el prostíbulo garantizaba reserva y salubridad.

Otro tango de este estilo lo constituye el denominado: “La cara de la luna” pero cuyo título original era “La …... de la lora”.

En un reciente viaje realizado a Buenos Aires (junio de 2025) visité la casa referida en su parte externa (no se permiten visitas), actualmente funciona allí un Instituto de Salud Mental (3) y la misma se encuentra en perfecto estado de uso y conservación. En la ochava se advierten estampadas en las rejas de un portón de hierro las iniciales de la sombría entidad: “Z M”.

A más de cien años de la ocurrencia de los hechos nombrados, aún quedan lamentables vestigios del accionar de esta siniestra agrupación

(1) Canfinflero: lunfardo, rufián y como paragoge: Rufo- Rufino.

(2)También se trabajaba a pieza: “significa que alquilaban a 4 pesos diarios una habitación y todo lo que ganaban era para ellas” (Prostitución y Rufianismo- Rafael O. Ielpi/ Héctor Zinni- Editorial Fundación Ross).

(3) Centro de Salud Mental N°3 "Dr. Arturo Ameghino”

Autor: 480916|

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