En la vida suele haber un inicio y un final. Es el caso de Sebastián Operto de 65 años, quien el 31 de diciembre dejará de ser gerente de la Sociedad Rural de Rafaela, luego de haber prestado sus servicios laborales durante 46 años, de los cuales los últimos 26 años como gerente. El primer anuncio público de su retiro lo hizo el presidente de la entidad Pedro Rostagno durante la Expo Rural 2018 el 12 de agosto último. Será reemplazado por Claudio Gastaldi.
"Ingresé en 1972 durante la presidencia de Juan Carlos Armando. El trabajo te mantiene substraído de que te estás yendo, pero tampoco me voy. La entidad me ofreció continuar comercializando la muestra, que venimos trabajando junto a Diego Ravasio desde hace 3 años, generar algún evento y seguramente colaborar con mis compañeros de trabajo, con alguna subcomisión de la exposición o la que me convoquen; o sea que la continuidad se da de otra forma, no en la oficina, sin horarios y colaborando desde afuera. Es terminar una etapa que te permite hacer tus cosas y también seguir ligado a la institución", aclara Operto a este cronista de LA OPINION.
Y agrega: "Pasé por todos los sectores de la parte administrativa. Me inicié como inspector de control lechero y haciendo algo de oficina, posteriormente pasé a ser el jefe de servicio de control lechero, después fui secretario de la Gerencia cuando estaba a cargo Horacio Mehring, luego de su retiro estuve en una suplencia de Gerencia por un tiempo y desde 1992 en la presidencia de Miguel Boggero me nombraron gerente en forma oficial. En la edición 100 de la Rural de Palermo integré el jurado del concurso de vacas lecheras, que no se realiza todos los años".
-En estos 46 años de tu vida en la Rural, hubo momentos muy buenos y otros difíciles.
-Como en todos los ámbitos, en este país hay altibajos que repercuten en las instituciones, en este caso la Sociedad Rural también tuvo distintos momentos, en algunos muy difíciles que siempre fueron superados y también momentos muy exitosos. Hay instalaciones muy prolijas, se puede mantener con inversiones importantes en muchas casos, haciendo al predio estar en perfectas condiciones. En la faz gremial, que le da vida a la entidad, demanda mucho esfuerzo directivo, que no percibe nada económicamente, pero cada vez es más intenso e importante.
-Entre las épocas más complejas, ¿estuvo el aumento de las retenciones durante el kirchnerismo, especialmente con la resolución 125, o también hubo otras situaciones difíciles?
-Momentos difíciles tuvimos con el Gobierno anterior, el campo no fue muy favorecido, por el contrario hizo que la acción gremial se desarrolle intensamente. Otro momento fue la hiperinflación durante el gobierno de Alfonsín en 1989 y no se pudo llevar adelante la exposición (por única vez en su historia), ese año en mayo se hizo una muestra de expo holando y en agosto no se podía repetir porque no daba económicamente en la región; sí se hizo el concurso de vacas lecheras para no perder continuidad en agosto, llevando ya 98 años consecutivos.
-¿Cuáles fueron las etapas esplendorosas?
-Hubo exposiciones tan fructíferas que permitieron remodelar muchísimo los salones Centenario, Industrias, el 43 y Los Toros, especialmente con sus techos nuevos. A mediados de la década de los noventa, las exposiciones eran excelentes, que es lo que le da vida a la institución, sumado al alquiler de las instalaciones y el servicio de control lechero. Actualmente hay unos 200 asociados y es un número que se mantiene, pero cuando ingresé había más socios.
-Pasaron varios presidente durante tus años en la Rural, ¿tuviste más afinidad con alguno de ellos?
-Todos se prestaron y me facilitaron la tarea, generando amistad con todos; por lo tanto no es para distinguir a ninguno.
-¿Tenés algo para destacar o agradecer en 46 años?
-El agradecimiento a la Rural que me formó laboralmente y como persona. Tenía 19 años, recorrí todos los estamentos y sectores de la entidad, los directivos me fueron formando en todo este tiempo.
-¿Cuántas hectáreas tiene la Rural?
-Hoy tiene 4 ha en la ciudad sobre avenida Brasil, cuando ingresé tenía 8 ha que se extendía hacia hasta calle Tucumán, en la esquina de Brasil y Tucumán estaba la balanza de hacienda, esa parte eran los corrales; se vendieron y se canjearon por 8 ha frente al INTA. Antes de ingresar en 1972, ya se habían vendido otras 4 ha hacia el oeste del predio hasta calle Alvear, cuyo dinero se utilizó para rehacer la tribuna de madera por la actual de cemento. En total hubo 12 ha.
-En una oportunidad se corrió motocross en la Rural, ¿cómo fue esa experiencia?
-Se hicieron 4 carreras en un verano de 1992, había que acomodar el piso de la pista que estaba muy poceado, entonces surgió esa de idea de arruinar el piso para hacerlo de nuevo, permitiendo hacerlo sin costo. Fue un suceso porque en ese momento el motocross estaba en auge, vinieron todos los popes de aquel momento, había buenos premios y se dieron espectáculos muy lindos; un día nos tocó lluvia, la tribuna llena de gente y se corrió lo mismo.
-Antes de venir a la Rural, ¿a qué te dedicaste?
-Tenía 19 años, me había salvado del servicio militar, trabajé 9 meses en un estudio impositivo y por una amistad con quien era el secretario de la entidad, sabía que faltaba una persona en el control lechero, me llamó, vine y quedé.
-Además de seguir ligado a la Rural con la muestra, ¿qué tenés proyectado para tu vida?
-Todos tenemos alguna actividad para realizar, tengo ofrecimientos o llamados para participar en otras entidades, por ejemplo en la Sociedad Italiana y mi hermano con el automovilismo.