La Secretaría de Gobierno de Agroindustria, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, avanza en la simplificación de procedimientos administrativos para la industria frigorífica.

En este sentido, un informe de Agrositio dio a conocer que los establecimientos faenadores que cuenten con sistemas informáticos, podrán llevar los registros volcados en los romaneos oficiales sin necesidad de imprimirlos en formularios prenumerados.

UNA MODALIDAD

QUE SERA OPTATIVA

La modalidad será optativa pudiendo las empresas continuar utilizando los sistemas de impresión tradicionales.

Quienes opten por la informatización deberán preservar los datos en forma inviolable, listos para ser impresos a simple requerimiento de la autoridad competente mediante alguno de los sistemas disponibles en el mercado.

Las empresas continuarán enviando la información de faena al área de Gestión de la Información de la Dirección de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), mediante los sistemas habituales o los que dicha área establezca oportunamente.

LO QUE PERMITIRA

Esta medida permitirá aliviar al sector de la carga económica y administrativa que conlleva gestionar el registro y la impresión de los Romaneos, y es posible gracias a la implementación de mecanismos como el Controlador Electrónico de Faena y el Sistema Integral de Faena, avances tecnológicos relacionados con la informática y comunicaciones, que permiten en la industria frigorífica adecuar tecnologías a lo establecido por la normativa que regula la información de faena que las empresas deben registrar.

TIEMPO DE MEMORIA

Los comienzos de la industria frigorífica en la Argentina se remontan a la época de la primera gran oleada inmigratoria. Incluso, hacia 1868 hay antecedentes de llamados a concursos públicos de procedimientos (que quedaron vacantes por no presentarse ningún elemento novedoso) que permitieran la exportación de nuestras carnes a Europa.

Años después, en 1876, se creó en el viejo continente una compañía francesa dispuesta a explotar el sistema denominado "Tellier" -por el apellido de su creador-, consistente en conservar las carnes frescas dentro de cámaras mantenidas a 0º C.

Después de una primera experiencia con equipos de frío instalados en la bodega del barco City of Río de Janeiro -que llegó hasta Montevideo con ciertos problemas técnicos-, el vapor Le Frigorifique arribó a Buenos Aires para la navidad de ese año con carne fresca de reses faenadas en Rouen, Francia, tres meses antes.