HUMBERTO PRIMO (Por Jorge Luis Mezzabarba).-Colonia Mauá es una localidad del de nuestro Departamento, ubicada al norte de Humberto 1°, entre las rutas provinciales 10 y 13 y es una de las localidades más pequeñas. Esta comunidad, que actualmente cuenta con unos 80 habitantes aproximadamente, el domingo 15 de junio se vio duplicada en personas porque una de las familias históricas tradicionales, quiso volver a reunirse en este lugar.
Se trata de la familia Giorgis, puntualmente descendientes de Pedro Giorgis y Teresa Peretti que han tenido 13 hijos, siete de ellos, junto a nietos y bisnietos se hicieron presentes.
Recorrieron la escuela primaria, a la que habían concurrido, la iglesia y el salón comunitario, hubo asado, mate, ricos postres, muchos recuerdos, anécdotas y emociones.
Recorrieron la casa paterna, el lugar de la niñez y de tantos juegos.
Gastón Giorgis, descendientes nos decía: “Uno de los momentos más significativos fue visitar la casa que vio crecer a Teresa Peretti y Pedro Giorgis junto a sus 13 hijos. Recorrer sus rincones fue como escuchar las voces del pasado, esas que nos siguen guiando desde donde estén”.
Pedro Giorgis se casó con Teresa Peretti el 5 de marzo de 1935. Tuvieron 13 hijos; Héctor, Eulalia, Ester, Pedro, Elbio, Norberto, Teresita, Miguel, Adeliria, Linda, Ovidio, Nilo y Marimil y viven en Colonia Maua hasta 1970 cuando se van a vivir a Humberto 1°.
Gastón seguía diciéndonos: “Nos reencontramos entre risas, anécdotas y miradas que dicen más que mil palabras. Desde los más jóvenes que comienzan a escribir su camino, hasta los mayores que son testimonio vivo de todo lo que somos. Cada uno con su esencia, su paso, su presencia”.
Luego de recorrer la escuela que a todos educó, posaron en el cartel que identifica a la localidad de Maua los 7 hijos presentes de Pedro y Teresa: Elbio, Norberto, Ovidio, Marimil, Eulalia, Olinda y Miguel.
Otra vez Gastón decía: “También estuvieron con nosotros, en silencio, pero con fuerza, los que ya no están físicamente, pero viven en nuestras memorias, en nuestras palabras, en cada historia contada alrededor de una mesa. Y a quienes no pudieron llegar, los sentimos igual de cerca, porque la familia no conoce distancias.
Gracias a todos por ser parte de este momento. Que este reencuentro sea el primero de muchos más, porque cuando hay amor y recuerdos compartidos, siempre hay un motivo para volver”.y
Colonia Mauá los vió nacer y también los reunió en un encuentro muy fraternal.