Notas de Opinión

Con todo rigor

Recién se dio el primer paso, pero como todo comienzo, es lo más importante. Recién la semana que viene el proyecto podrá cobrar forma en el Concejo Municipal -con aval de todos los bloques- y después confiar en que se logre activar lo más pronto posible. Se trata del reclamo por un estricto control en el cruce de las rutas 34 y 70, uno de los puntos neurálgicos de los 8,4 kilómetros refuncionalizados de la ruta que atraviesa la zona urbana de la ciudad.

Sin dudas, una buena noticia, que ojalá se haga efectiva lo más pronto posible. El reclamo está dirigido a Gendarmería -que de todos modos lleva aplicadas unas 1.600 multas en lo que va del año- y a la recientemente creada Policía de Seguridad Vial de la Provincia, un cuerpo que aquí tendrá una buena ocasión de probarse en su desempeño.

La cantidad de accidentes que allí se produjeron en los últimos meses, aún siendo una zona bien señalizada, con dársenas, amplia visibilidad, buena iluminación, y por sobre todas las cosas totalmente semaforizada, hace indispensable adoptar medidas drásticas.

Suele decirse que somos hijos del rigor, y es una realidad, aún cuando ello no descarte otros elementos que son indispensables en la formación. Aquí tenemos una prueba bastante contundente, existen semáforos, que nos cuidan y protegen, pero los ignoramos. Es cierto, no se trata de muchos casos, pero sin consideramos que por este tramo de la ruta 34 circulan unos 8.000 vehículos por día, sólo con un ínfimo porcentaje de transgresores, ya tenemos conformado un panorama preocupante, y de altísimo riesgo, que es lo que en realidad sucede.

Tampoco echemos la carga total de la culpa a los camioneros, si bien es grande pues se trata de choferes supuestamente profesionales, y además con vehículos pesados que en caso de siniestros siempre son protagonistas con víctimas fatales. Las luces rojas son transgredidas por ciclistas, motociclistas, e incluso automovilistas urbanos, esos que tal vez crucen varias veces por días esta ruta. Con solo pegarse una vuelta por el lugar y observar lo que sucede en alguno de los semáforos, se tendrán las pruebas de lo que decimos.

Por alguna razón la Argentina es uno de los países con mayor cantidad de muertos en accidentes de tránsito en la relación vehículos-habitantes. Casi 8.000 víctimas anuales según organizaciones no gubernamentales. ¿Qué las rutas son malas? es cierto, pero así y todo en ellas se cometen toda clase de transgresiones, incluso con excesos de velocidad que significan, poco menos que una ruleta rusa.

Existen dentro de la problemática del tránsito incongruencias realmente notables. Una de ellas: primero pavimentamos para hacer los caminos lisitos y confortables, después hay que ponerles lomos de burro para evitar la velocidad. Con los semáforos en el cruce de las rutas 34 y 70 pasa lo mismo, tenemos todo a favor, pero habrá que poner rígidos controles para que se respeten las señales, especialmente de los semáforos.

Hubo en ese lugar varios accidentes, y si no debimos lamentar muertos fue sólo por obra de la divina providencia. Es buena que se controle, pero que se aplique todo el rigor en las sanciones. Que se corra la voz que en Rafaela son duros, no te perdonan una. Es la única manera.

Autor: Roberto Actis

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