Con motivo de la participación de un congreso de carácter filosófico, científico, espiritual y cultural, viajé a la ciudad de Santos, Brasil y en mi tiempo libre decidí realizar un trabajo periodístico sobre las características sociales, económicas, paisajistas y culturales de esta gran urbe.

Con aproximadamente una población de 400.000 habitantes, posee el mayor puerto de América. Desde la “Playa grande”, se observa el permanente paso al canal principal para el ingreso de enormes buques de carga, con apilados contenedores y los barcos de turismo de grandes dimensiones.

Este puerto posee sectores muy derruidos y se tiene previsto a mediano plazo realizar una construcción de las características similares a Puerto Maderos de Buenos Aires.

En esta ciudad se encuentra el Santos Fútbol Club, de donde surgió el famoso jugador Edson Arante Do Nascimento conocido popularmente como Pelé.

La amabilidad de la gente me recuerda nuestro país interior y Cuba. El santista es muy respetuoso de las normas de tránsito y de los horarios, la población en general tiene una buena calidad de vida, social y cultural.

El área verde en el sector costanero que acompaña a la “Playa grande” tiene una extensión de cinco kilómetros y medio, es considerada la superficie cubierta más grande del mundo, donde se puede apreciar la belleza decorativa de sus plantaciones y la playa bañada por las aguas del atlántico es de siete kilómetros.

En el sector urbanizado lindero acompañando el perímetro de la playa, emergen cientos de edificios en altura y la novedad es que muchos de estos, aproximadamente 90, han sufrido el efecto suelo y por tal motivo se encuentran inclinados hacia adelante, atrás o sus costados, esto dio lugar a que la llamen “la ciudad más chueca del mundo”, para el turista es una visión de temor y de difícil aceptación, sin embargo la gente dice que no se caerán y los estudios realizados también, ante la eventualidad de producirse el hecho, se podría generar un efecto dominó.

Esta situación se da porque se edificó sobre terrenos que son extensión de la playa y a los 40 centímetros de profundidad en la acera ya hay arena.

El tránsito de la ciudad es rápido como en toda gran urbe, todo conductor de moto lleva casco y todo automovilista tiene su cinturón de seguridad y le da prioridad al peatón cuando no hay semáforos, para imitar.

La televisión tiene mucha información sensacionalista (crímenes, robos, etc.) y también cultural. Hay canales de varios países, pero todos sobrescritos en portugués, menos el español. El sistema de transporte público tiene buenas unidades y en cada parada hay carteles indicativos que muestran el Nº de móvil y el tiempo que resta para la llegada (informatizado).

En mi estadía se produjo, por el día de la ciudad, por la Independencia de Brasil, por el día domingo un fin de semana largo de feriados, esta situación generó un aluvión de paulistas, santistas y turistas que poblaron la playa grande para disfrutar del dios “febo”

Durante la ida y la vuelta utilizamos el aeropuerto de GUARULHOS, en San Pablo y he notado que en todos sus aspectos AEROPARQUE presenta una mejor condición edilicia y de descentralización para beneficio del viajero.

Esta breve reseña pretende de mi parte dar a conocer aspectos de la vida de los pueblos.