La presidenta Cristina Fernández de Kirchner caracterizó de “Oportunidad Histórica” el interés de Beijing en avanzar en la configuración de un tratado de libre comercio entre China y el Mercosur. Este tema fue abordado durante la visita de Wen Jiabao a Buenos Aires y sin dudas es un asunto que deberán analizar los miembros del bloque regional.
El inconveniente radica en que durante los últimos dos años el Mercosur ha visto sistemáticamente disminuida su capacidad integradora. Los dos socios mayores han puesto todo tipo de barreras para-arancelarias, cupos e inclusive restricciones “verbales” a la entrada y salida de mercaderías. El ejecutivo argentino es un especialista en la materia habiendo el mismo despertado en primer lugar la queja y en segundo lugar la reciprocidad brasileña. Si no somos capaces de sostener una constante y creciente liberalización de las barreras intra-Mercosur, ¿Cómo podremos construir una zona de libre comercio con el gigante asiático?
Para terminar manifiesto la que para mí es la mayor de las contradicciones. Distintos gobiernos latinoamericanos identificaron como un triunfo de los pueblos del sur la “capitulación” del ALCA en la Cumbre de las Américas de 2003 en la Ciudad de Mar del Plata. En aquella época fueron muchos los que festejaron el freno al avance de los Estados Unidos sobre las economías de la región. Para los que no lo recuerdan, ALCA significa Area de Libre Comercio de las Américas. Lo que no logro comprender del incomprensible pensamiento de Cristina Fernández de Kirchner es lo siguiente. Si dejar de firmar un tratado de libre comercio con la primera superpotencia económica mundial (Estados Unidos) fue supuestamente un éxito, ¿Por qué firmar un tratado de libre comercio con la segunda superpotencia económica mundial (China) es una supuesta “Oportunidad Histórica”?
Esta breve reflexión no persigue otro objetivo que el de mostrar las contradicciones e inconsistencias existentes en la indescifrable visión del mundo que tienen nuestros líderes.