Notas de Opinión

Cristina recupera iniciativa y liderazgo

A pesar de las amenazas que por momentos oscurecen el horizonte del modelo económico, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reposicionó como una estrella que sigue brillando en el firmamento político nacional. En un sistema hiperpresidencialista, su protagonismo se acentúa ante una disgregada oposición que no encuentra agenda propia ni referentes con capacidad de proyectarse como una alternativa al kirchnerismo dominante.

Cristina se presenta hoy como la dueña de esta patriada que permitió recuperar el control de la petrolera YPF. El respaldo de importante cantidad de argentinos a esta iniciativa, según muestran distintas encuestas, y el respaldo de una abrumadora mayoría de las fuerzas con representación parlamentaria, restituyó la fortaleza a la jefa de Estado.

Con prolongados parlamentos Cristina defendió enfáticamente su decisión más allá de los reproches de Repsol, del Gobierno de España y de otros organismos que cuestionaron en mayor o menor medida la nacionalización del 51 por ciento de las acciones de la emblemática petrolera argentina.

Fortalecida, fue más allá al solicitar a los trabajadores de YPF un gran esfuerzo para colaborar en la nueva gestión. "A todos los trabajadores que están en blanco y tienen buenas remuneraciones, un gran esfuerzo porque no se puede perder ni un segundo de extracción de petróleo", les dijo.

También hubo referencias elípticas al antiguo aliado, el camionero Hugo Moyano, con quien se distanció. "Desde 2003 hasta la fecha, nadie como el gobierno de Néstor Kirchner y de esta Presidenta ha restituido los derechos de los trabajadores", subrayó en un intento por reducir el margen de acción del jefe de la CGT que resiste al kirchnerismo y procura ser reelecto nuevamente.

Con el antecedente de Aerolíneas Argentinas, donde el kirchnerismo no puede demostrar gestión exitosa, el Gobierno asume un doble desafío con el gerenciamiento de YPF. El objetivo declarado es convertirla en una compañía eficiente que pueda restablecer el autobastecimiento energético al país. Pero los niveles de inversión que se requieren para cumplir con esta meta dejan margen para la duda. Al menos, los mercados concedieron un pequeño crédito pues los inversores impulsaron hacia arriba el valor de las acciones de la petrolera nacional.

Como la oposición no reacciona y está sin energía, la Presidenta ni siquiera debió cuestionar conductas. Sólo agradeció a todos los que acompañaron la estrategia de recuperación de la petrolera de bandera. El mapa de los partidos que no son gobierno muestra una debilidad llamativa, con un PRO enfrentado pero sin revitalizarse, un radicalismo impotente que no puede superar sus propias contradicciones y que, por más que lo intenta, no puede recobrar el lustre de otros tiempos.

En tanto, el ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, quien se proclamó como el líder de la oposición luego de quedarse con el segundo puesto en las elecciones presidenciales de octubre pasado, tampoco logra despegar. Como no ocupa una banca en el Parlamento desde la cual podría construir una opción de poder, hoy transcurre sus días haciendo declaraciones en los medios evitando no pasar al olvido en la memoria de los argentinos.

Si bien no llegó al 20 por ciento de los votos en esos comicios, Binner procura exprimir al máximo ese rótulo que se autoimpuso de ser líder de la oposición. De todas formas, ante la fuerza con que el kirchnerismo impone la agenda no puede capitalizar ese activo electoral, que gradualmente se diluye en los pliegues del tiempo.

Con YPF ocupando todo el discurso oficial, poco quedó en estos días de las sospechas y la causa por presunto tráfico de influencias contra el vicepresidente, Amado Boudou. Precisamente, el guitarrista recuperó la amplitud de su sonrisa al sentirse protegido por la propia Cristina y por un aura invisible que se activa cada vez que algún soldado de la tropa kirchnerista se ve envuelto en asuntos poco transparentes.

Si bien la causa seguirá, el desplazamiento del juez Rafecas y la posibilidad de que el fiscal Rívolo corra la misma suerte transmiten un mensaje de tranquilidad para el entorno del poder.

Ahora habrá que esperar de qué forma Cristina sacará renta de una acumulación de poder con escasos antecedentes en la historia nacional.

Autor: Pedro Ulman

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