Mucha gente me pregunta cómo cubrir esos espacios en los canteros, debajo de los árboles, rincones semioscuros o también lugares que quedan vacíos en las macetas donde la planta principal se extendió hacia arriba y nos deja esa tierra al descubierto. Hoy les presento la solución a esos problemas, son tan estéticas y funcionales que pueden considerárselas magníficas aliadas de nosotras, las enamoradas de las plantas.
También se las conoce como rastreras o tapizantes, sobre todo si se tiene en cuenta que muchas de ellas despliegan un colorido tal que se asemeja a la obra pictórica de un gran artista. Otras, se destacan por la profusión maravillosa de flores.
Todas resultan de gran utilidad para dar una terminación apreciable a cualquier arreglo con plantas.
El efecto visual que perseguimos los que amamos la naturaleza -e intentamos atesorarlo en nuestras casas- no se logra solo con ubicar lindas plantas con buena tierra en vistosas macetas. A veces debemos recurrir a nuestro sentido común y sabiduría para poder lograrlo. Para eso, precisamente, están los cubresuelos. Basta elegir una especie con cierto criterio y plantarla en la base de la planta. Comprobará cómo dominan graciosamente el territorio y suavizan los bordes de las macetas. Además, sirven de nexo y elemento integrador para todo el conjunto.
LA PLANTA SOLUCION
Si el agua de riego chorrea, ensucia las paredes externas de la maceta y el piso, olvídelo. Si la lluvia provoca expulsiones de tierra que manchan todo, pierda cuidado. Los cubresuelos impiden molestas salpicaduras.
Otro beneficio, protegen a las plantas más grandes. La sombra que proyectan en verano funciona como una sombrilla y mantiene la tierra fresca.
En invierno se encargan de brindar abrigo al pie de la planta.
Viven en óptimas condiciones amparadas por el follaje de las plantas que adornan y realzan. Se reproducen aceleradamente, por lo que conviene plantarlas separadas y dividirlas cada dos o tres años.
Cuando las elija en el vivero considere la intensidad e influencia del sol que recibe su jardín, patio luz o simplemente el lugar donde los ubicará.
Decídase por 1 o 2 especies para no desvirtuar su innegable aporte estético y permitir que se integren al conjunto.
LAS MEJORES
* Ajugas: aman la sombra. Pueden tener hojas bordo o disciplinadas. En la primavera presentan flores azules. Cubren el suelo completamente y en forma pareja. Son tan atractivas que suelen ser utilizadas para reemplazar la falta de césped debajo de los árboles. Si bien no son muy exigentes conviene tener la tierra removida a su alrededor para que se reproduzcan sin problema.
Siempre es bueno dividirla cada 3 años para evitar que su ritmo acelerado de reproducción las condene a vivir demasiado apretadas. Para mantener una distancia óptima es aconsejable plantarlas cada 20 o 30 cm.
* Violetas: una sola de estas plantas provoca una bendita invasión en menos de un año. El tapiz que forman sus hojas verdes protege al suelo y el aroma de sus flores -a fines del invierno- resulta cautivante. Se conforman con poco sol y necesitan de un riego frecuente. Estas suelen alcanzar una altura aproximada de 10 cm. es una especie ideal para alfombra vegetal.
* Lamiun: son las más estoicas de las plantas rastreras. Cubren muy bien el suelo, prosperan en cualquier región del país, no se hielan, crecen rápidamente, requieren muy pocos cuidados y son poco exigentes en cuanto a riego y abono.
Avanzan plácidamente sobre la tierra, proyectándose permanentemente en nuevos hijos. Existen en el mercado distintas variedades, sobre todo con diferentes colores de hojas que se elegirán de acuerdo al conjunto de plantas.
* Vinca major: sus guías se extienden rápidamente cubriendo toda la superficie libre. No es exigente en sol y riego y su color disciplinado realza todos los rincones donde se encuentra. Se las debe colocar a una distancia de por lo menos 40 cm. para que sus guías alcancen el desarrollo esperado y así nos brinden todo su esplendor.
* Hiedras: creo que no hace falta escribir mucho sobre ellas, todos conocemos sus bondadosos dotes de enredadera pero si a estas mismas las dejamos extender por el suelo, al cabo de un tiempo nos habrán llenado el espacio otorgándonos sus hermosas hojas que podremos elegir de distintos tamaños como así también del característico color verde liso pasando por la veteada en amarillo o la exótica con vetas blancas.
* Ophiopogun: excelente cubresuelo para lugares sombríos. Es de bajo porte (20 cm) pero muy elegante con sus hojas lanceoladas de color verde oscuro y su pequeña flor blanca dan al lugar un refinamiento especial. Para tenerlo muy en cuenta.
Bueno, amigas, creo que con esta selección ya tendrán una ardua tarea en la elección del cubresuelo más adecuado. No olviden que ante cualquier duda me pueden preguntar.
Chauuuuu suerte. María Paula.