Notas de Opinión

Cuestión de drogas

El Observatorio de la Deuda Social Argentina, un organismo dependiente de la Universidad Católica Argentina, se ha convertido desde hace tiempo en el más confiable de todos aquellos entes que afrontaron la tarea de describir a través de las estadísticas la realidad social que hoy tiene nuestro país, cubriendo de tal manera la tarea que correspondería al INDEC (entre otros), absolutamente desvalorizado en la credibilidad pública, tanto por la manipulación como también, lisa y llanamente por la inexistencia de datos, caso este último que ocurre con la pobreza, no dando cifras desde hace más de un año y medio, habiendo sido las últimas difundidas de un dígito, cuando la UCA da cuenta entre 27 y 28 por ciento. Una perspectiva que muestra una clara confrontación con el relato, generando malestar y enojo, aunque sin embargo en estos días la preocupación mayor estuvo centrada en el informe sobre la droga, concretamente consumo  y narcotráfico, que tal como se descontaba es coincidente con lo que con cierta anticipación habían expuesto la Corte Suprema -generando una reacción inusitada en su contra, tanto con el veterano Fayt como con su titular Lorenzetti-, y el papa Francisco, con silenciosa anticipación en este último caso, por razones obvias, que no vale siquiera la pena mencionar, aunque en realidad fue el detonante que hizo expulsar de la jefatura de la SEDRONAR al cura Molina, cuya gestión dejó mucho más dudas que certezas.

La problemática de la droga, uno de los grandes y más graves que tiene la Argentina de este tiempo, es descripta con total crudeza en el informe. Aunque, ni falta haría esta disponibilidad de estadísticas que dan cuenta que la mitad de las personas percibe que se vende droga en su barrio, pues con sólo estar al tanto de las noticias, andar por la calle, conversar con los vecinos y observar con cierto detenimiento algunas escenas bastante especiales, se puede tener una cruda descripción de la realidad que estamos viviendo, y que nos abruma. Como absolutamente nadie queda al margen de este presente, sucediendo en cada lugar en forma proporcional, aunque con algunas excepciones como el caso de la ciudad de Rosario -donde se han alcanzado índices extraordinarios-, la búsqueda de soluciones no tiene excepciones, pues alcanza en igual nivel de afectación a las autoridades, la justicia, las fuerzas de seguridad, los docentes, los vecinos, y muy especialmente los padres, siendo en el seno familiar donde existen las mayores posibilidades para la prevención, o en su defecto la recuperación cuando se falló en la primera.

Algunas conclusiones del informe de la UCA son realmente inquietantes, por ejemplo que "la policía no los hace sentir más seguros", y que aún cuando el avance de la droga viene registrándose desde hace al menos 20 años, fue desde 2010 en adelante cuando creció notablemente la percepción de venta drogas en los barrios, y especialmente los más pobres. "Cuanto más pobre es el barrio, más ineficiente es la presencia policial", un encomillado que expone una contundente realidad. Como para despejar toda clase de dudas, cuando los encuestados son jóvenes -que es justamente hacia quienes más se apunta en el consumo de drogas-, 6 de cada 10 de ellos sostienen que "es muy fácil comprarlas".

Aquí en Rafaela, cuando el intendente Castellano fijó a la confrontación contra las drogas como uno de los objetivos de su gestión, planteó más de una vez muy crudamente ante las máximas autoridades provinciales ¿cómo era posible que en cada recorrida por los barrios los vecinos le indicaran los quioscos de venta de drogas y la policía no lo supiera? Hubo altos y bajos en esa lucha, pero al igual que en todo el país el consumo continuó aumentando, lo que no debe inducir a resignaciones sino todo lo contrario, obliga a redoblar esfuerzos.

Si tenemos en cuenta que el consumo de drogas y el narcotráfico tienen muchísimo que ver con la inseguridad, engendradora de una desmedida violencia que ha desvalorizado la vida a extremos incomprensibles, debería estar mucho más presente en el pensamiento colectivo, y especialmente, en este tiempo de campañas electorales, aún a riesgo de su menosprecio. 

Mañana es 25 de mayo, el día de la Patria, una fecha más que oportuna para algunas reflexiones en serio, profundas y sinceras. Que esto sobre la droga sea una de ellas, planteándonos ¿qué estamos haciendo? Como en tantas otras cosas, que tal vez puedan parecer simples, pero que suman al conjunto y que terminan por transformarse en importantes. 

Autor: Roberto Actis

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