Que el final del domingo pasado en Formosa no fue el esperado, no caben dudas. Perder por goleada no era lo imaginado por todo 9 de Julio en la revancha de la semifinal de la Reválida ante San Martín, pero fue un partido donde las desconcentraciones en su área le costaron demasiado caro.

Es cierto, la ilusión era grande, y por eso naturalmente que la tristeza en las horas siguientes fue en ese sentido. Pero con el correr de los días, la visión general apuntó a un balance general muy positivo por todo lo que generó el León este año. La evolución respecto de las temporadas anteriores, fue sin dudas gigante.

Desde el regreso al Federal A, 9 de Julio ha ido cumpliendo progresivamente sus etapas. Primero mantuvo la categoría con esfuerzo en 2023, luego en 2024 logró su primera clasificación a Zona Campeonato y jugó un play off, y este año con el dato no menor del cambio de timón en la primera etapa con la salida de Maximiliano Barbero y la llegada de Marcelo Varela, tuvo su mejor versión con otra clasificación para el Nonagonal, y la llegada a semifinales por el segundo ascenso.

El “padre de la criatura” terminó siendo justamente su entrenador, que rápidamente le cambió el chip al plantel cuando estaba entre los últimos en la primera fase. Construyó una fortaleza en el Soltermam, donde no perdió, y de visitante sacó puntos en canchas que parecían inexpugnables.

En lo futbolístico, potenció varios jugadores que mostraron una versión superior a lo quizás imaginado, y en puestos que no eran los suyos. Los casos de Facundo Maldonado (que luego no terminó la temporada por un conflicto por el contrato), Nicolás Del Sole, Jeremías Bustos, Enzo Abondetto y Lautaro Ocampo, son algunas referencias.

QUEDA LA VARA ALTA

Pensando a futuro, 9 de Julio sabe que el próximo año tendrá que redoblar la apuesta porque sus hinchas querrán verlo otra vez peleando arriba. La pregunta ahora es: ¿podrá retener a Marcelo Varela? El DT seguramente tendrá ofrecimientos de otros clubes, y si bien la prioridad la tendrá la institución rojiblanca, habrá que ver si el proyecto futbolístico para 2026 puede ir en sintonía entre ambas partes.

Por lo pronto, el plantel juliense fue licenciado hasta el lunes, en que retomará las prácticas y se quedará entrenando hasta el 19 de diciembre. Luego vendrán las vacaciones, y en febrero daría inicio la pretemporada para el torneo del año próximo. En este lapso se darán varias definiciones, sobre todo la continuidad o no del entrenador, que es el primer paso