Este domingo 18 de mayo, Damián De Santo y Martín Seefeld llegan a Rafaela para hacer “Una clase especial”, de Daniel Dátola, en el Teatro Lasserre.

Aquí Lalo, un hombre introvertido, inseguro, fuera de época, acaba de ser abandonado por su esposa después de muchos años de matrimonio, pero está dispuesto a todo con tal de volver al ruedo.Para lograrlo contrata una clase con Leo - un reconocido maestro en seducción, galán, mujeriego, carismático, manipulador y autoproclamado el rey de la conquista, que necesita dinero y decide aprovechar su experiencia dando clases de seducción en su departamento. Leo ve en Lalo una presa desesperada a quien será fácil quitarle dinero, pero Lalo resulta un hueso difícil de roer.

A lo largo de esta clase, alumno y maestro explorarán juntos el engaño, el abandono, la venganza, las relaciones y los recovecos de la mente masculina. Pero poco a poco la clase se irá complicando, Leo recibe una llamada que lo altera todo, los roles se invierten y el alumno ahora supera al maestro y así las risas y la comedia van creciendo en una clase donde no todo es lo que parece porque claramente el amor no se puede estudiar.

La función se llevará a cabo a las 20:30. Las entradas se pueden adquirir por plateavip.com.ar

En diálogo con LA OPINIÓN, Damián De Santo comentó todos los detalles de esta comedia que promete risas y disfrute.

¿Qué podran ver los rafaelinos en esta obra?

Bueno, la gente de Rafaela lo que va a ver en esta obra es una comedia que está basada en la realidad de lo que te pasó, te va a pasar o te está pasando. Es la separación después de muchos años, los más 50, y la reinserción en las relaciones interpersonales, pero está tomada desde un lugar muy divertido. Con Martín hace muchos años que somos amigos y compartimos mucho la vida y la estamos metiendo en esta obra de teatro. Más allá de eso, no es una obra vacía, tiene un mensaje, cuenta una historia, nos podemos sentir todos muy identificados. Después de ver la obra, creo que va a ser tema central de la semana, la charla entre amigos y la familia, y un poco las parejas mismas.

Se puede confirmar que las risas no van a faltar…

Totalmente asegurada la risa, la sonrisa y la carcajada. A veces dura más la obra porque no queremos interrumpir a la gente que está en un estado de risa envidiable.

¿Cómo fue trabajar con Martín en este dúo?

Martín es meticuloso, yo soy más volado, pero hacemos una dupla muy interesante. Somos dos tipos totalmente distintos en lo físico. En su aspecto él es fino, delicado, y yo soy bastante más ordinario, porque bueno, "es lo que hay", dicen los cordobeses (expresa Damián entre risas). Arriba del escenario somos una sola cosa. Estamos en función del otro, constantemente atentos. Obviamente que todos los días la obra tiene sus diferencias, porque es en vivo y en directo, y es hermoso ver lo solidario que somos el uno con el otro y cómo ponemos la amistad que tenemos por delante de la obra. Eso nos asegura un éxito arriba del escenario. Después, el éxito de venta de entradas que sucede es secundario o adyacente a lo que nosotros sentimos entre nosotros. Yo siento que con él puedo hacer muchas más obras de teatro de acá en adelante, es difícil encontrar buenas relaciones en el laburo. Son relaciones laborales, estrictamente laborales, pero nosotros tenemos una amistad que cuidamos casi, te diría, sin querer.

¿Expectativas para su presentación en Rafaela?

Las expectativas se concretan con la realidad; tenemos una preventa hermosa de entradas y vemos que ya llegando a Rafaela, estamos en más de la mitad de la sala vendida, así que creemos que va a haber entradas agotadas, si Dios quiere. La gente siente que le devolvemos la inversión de la compra de la entrada, con un momento de distensión, de diversión que vale la pena.