Notas de Opinión

¿Dónde está el piloto?

La inflación ha dejado de ser un problema" (Prat Gay, ministro de Hacienda). "No están dadas las condiciones para un relajamiento de la política monetaria. Una reducción de la inflación en un mes puntual no es indicador suficiente, ya que, aunque en este mes la baja se da también en la inflación núcleo, un proceso de desinflación persistente necesita de varios meses para consolidarse como tal" (Sturzenegger, presidente del Banco Central). Si tuviéramos que cotejarlas con algo bien gráfico y descriptivo, diríamos que parecen el agua y el aceite. Podría suponerse cualquier cosa, menos que son integrantes de un mismo equipo de gobierno, como en realidad lo son. Un contrapunto que entre ellos viene desde hace rato, y que además tiene otros participantes, ya que las opiniones dentro del gabinete están muy divididas, y la verdad, se nota.

Todos dicen que el ministro de Economía es el presidente Macri, habiendo claros indicios en ese sentido. Fue quien le puso el cuerpo al desaguisado de las tarifas, y además, con absoluto respaldo a Aranguren. Se comprende mucho mejor si la idea partió del propio Presidente. Por otra parte, no podría ser de otra forma cuando hay tantos que meten mano y tratan de llevar adelante sus ideas, emergiendo a la superficie algunos trapos sucios que deberían lavarse en casa. Esta postura sobre la inflación con las frases encomilladas, es apenas una muestra, pero contundente.

¿Usted recuerda aquella película de la década del ´80 "Y donde está el piloto?", aunque parezca una exageración, que no lo es tanto para quienes están sumergidos en las urgencias de la necesidad, hay quienes piensan de esa manera, y no por nada Macri viene experimentando una importante caída de su imagen, que aún es buena, pero que quedó bastante lejos de la gobernadora María Eugenia Vidal, que también tiene un enorme problema por delante. Es que pobreza cero, narcotráfico cero, cerrar la grieta, son expresiones válidas e importantes, pero más para el discurso de campaña que para mejorar la realidad del momento. Tal vez muy a largo plazo, ojalá sea de esa manera. Hoy se debe atender lo inmediato, más cuando está fogoneado, escasamente cuando son marchas de la resistencia del kirchnerismo duro cada vez más reducido -que incluso con esas presencias termine favoreciendo al propio gobierno-, pero con otra tonalidad muy diferente como lo fue la marcha federal con una masiva adhesión.

A todo esto, ¿aparecerá el piloto? Es un momento más que apropiado para que sea de esa manera, especialmente para apuntalar una confianza y credibilidad que está siendo deshilachada. Aunque claro, después del arrasamiento de la "década ganada" por el modelo nacional, popular y hotelero, la cuestión es mucho más brava que lo pensado, donde con algunas pocas puntualizaciones basta y sobra: de exportadores de energía pasamos a fortísimo importador, perdiendo el autoabastecimiento; de segundo vendedor mundial de carne retrocedimos al undécimo puesto; en 2007 se exportaba 50% de poroto de soja y 27% de aceite y derivados, en 2015 eso pasó a 70% de poroto y 7% de aceite, ¿y la industrialización?; el stock ganadero disminuyó 12,5 millones de cabezas. Y lo que merece un párrafo un poco más amplio, lo relacionado con el desendeudamiento, parte álgida del relato K, que no fue tal. En 2003 Kirchner asumió con 178 mil millones de dólares de deuda, que al principio elevó a 189 mil, pero que en 2007 había reducido a 126  mil millones, asumiendo Cristina con esa cifra y yéndose con 250 mil millones. Lo que si hubo, fue un traspaso importante, pues ahora le debemos la  mayor parte a organismos como la ANSeS, Banco Central, Banco Nación, PAMI y seguramente varias otras de las cajas que rascaron hasta el fondo. La cuestión era "patria o buitres", pero poco antes de irse los K pagaron 9.000 millones del Club de París, 5.000 a Repsol, y si retrocedemos unos años los 10.000 al FMI. 

Algo más sobre las montañas de dinero que hoy faltan. Durante el ciclo, las retenciones por el "yuyo" dejaron 90 mil millones al gobierno K, ¿qué se hizo con tamaños recursos? Si nos guiamos por la propaganda que se hacía en Fútbol para Todos, se gastó en viviendas, autopistas, hospitales, escuelas, puertos, aeropuertos, pero la realidad lamentablemente fue muy diferente. Puro marketing. Por algo apareció gente como Lázaro Báez, que compraba estancias como un atado de cigarrillos. ¿De quién era toda esa fortuna?  Hasta 2010 no había dudas, era de Néstor Kirchner, luego a su muerte al parecer hubo un intento de apropiación de Báez que desató la disputa con la familia presidencial. De lo que no hay ninguna duda es que toda esa montaña de dólares surgió de la corrupción, del robo que nos hicieron a todos los argentinos. Tal vez los jueces galgos de hoy nos den alguna respuesta, pero tampoco es para hacerse muchas ilusiones.

Ah, y que por favor aparezca el piloto...




 

Autor: Roberto Actis

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