Notas de Opinión

Dos miradas sobre la región: Unasur y el FMI

Por Nicolás Tereschuk

(Especial para NA)


Los presidentes sudamericanos, en su mayoría protagonistas del

llamado "giro a la izquierda", realizaron la semana pasada un gesto

político con la inauguración de la nueva sede de la Unasur en

Quito, al tiempo que la número uno del FMI, Christine Lagarde,

pareció mostrar la contracara de esa mirada, con su presencia en

un seminario en Santiago de Chile. 

Los mandatarios sudamericanos se mostraron juntos e inauguraron

una sede de la Unasur para plantear la continuidad del proceso de

integración en momentos en que la región enfrenta, como una

amenaza, la caída de los precios de los productos primarios -sobre

todo el petróleo y los derivados de la minería-.


Desde la capital ecuatoriana, la presidenta brasileña, Dilma

Rousseff, admitió que la caída en los precios de los commodities

tendrá un impacto en las economías productoras de América Latina.

"Siempre que los precios de los commodities caen, impacta,

tanto a las mineras como a las alimenticias, impacta a los países

predominantemente productores de commodities", afirmó la

mandataria.


Rousseff reconoció que "América Latina tiene una gran

participación en eso" por lo que "en ese sentido, va a ser

impactada por la caída de los precios".

"Creo que el mundo entero va a ser afectado de una forma u

otra. Algunos se van a ver afectados positivamente, otros

negativamente en lo que se refiere a la caída de los precios, por

ejemplo, del petróleo.

El petróleo va a repercutir sobre varios

países", subrayó en este sentido, el encuentro de los mandatarios pareció una

respuesta política ante esa situación, en momentos en que se da un

doble juego: por un lado, los partidos que sustentan el "giro a la

izquierda" han sido revalidados al frente de los gobiernos, pero

por otra parte se verifican cambios en el humor social.


Puede decirlo Michelle Bachelet, que llegó con holgura a

consagrarse nuevamente presidenta, pero en los últimos cinco

meses, en medio de una desaceleración económica, ve caer sus

niveles de aprobación.

Fue justamente en Chile donde se realizó al mismo tiempo otro

"gesto" pero esta vez por parte de un organismo internacional que

en su momento tuvo enorme influencia en la región: el FMI.

Desde Santiago, su titular, Christine Lagarde, admitió que en

el último tiempo -en el que el Fondo tuvo menor injerencia en las

políticas de los países del Sur "ha sido un tiempo excitante" para

América Latina.

El subcontinente "se ha desperezado y renovado económica,

política y socialmente", reconoció Lagarde.

Sin embargo, la economista francesa convocó a "rejuvenecer" los

mecanismos de integración económica en la región.

"La integración comercial regional debe ser rejuvenecida",

advirtió Lagarde porque -opinó- "sus beneficios no están claros".

Por eso, recomendó "reevaluar el enfoque actual para el

comercio y crear nuevas formas de integración".

Dijo Lagarde -en un tono más amigable que el que usaron algunos

de sus antecesores al llegar a Sudamérica- que la intención del

FMI es ahora "entablar un diálogo, aprender de ustedes, y aumentar

nuestra comprensión de sus economías y de las preocupaciones y

aspiraciones de su gente".


"Si esta no es la Latinoamérica de (la época de) sus abuelos,

tampoco es el FMI del tiempo de sus abuelas", fue la frase elegida

por la titular del Fondo para intentar lo que sería visto como un

relanzamiento de la relación entre el polémico organismo

internacional y los países de la región.

¿América Latina tendrá que recurrir nuevamente con más

asiduidad al Fondo si comienza a atravesar un período de estrés

económico? ¿La relación se planteará entonces en los mismos

términos de "condicionalidad" e injerencia en las políticas

económicas locales como ocurrió en las décadas del 80 y del 90?

¿La decisión de los mandatarios sudamericanos de mantenerse unidos

políticamente se mantendrá en el nuevo contexto?

En los capítulos

por venir de esta nueva realidad estarán algunas de las

respuestas.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web