BUENOS AIRES, 9 (Especial de NA). - La Asamblea Legislativa volvió a teñirse de la rivalidad entre verdes y celestes y el cotillón fue un elemento con el que el sector a favor del aborto sacó alguna ventaja.
La diputada cordobesa Gabriela Estévez repartió pañuelos verdes entre todos los legisladores del Frente de Todos, y en la otra punta del recinto la porteña Dina Rezinovsky quedó en soledad exhibiendo el único pañuelo celeste.
La que dio la nota fue la senadora kirchnerista chaqueña María Inés Pilatti Vergara, con un coqueto abanico verde que como rasgado saliente tenía grabado el logo oficial de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Gratuito y Seguro.
RUEGO QUE NO
FUE ESCUCHADO
El diputado nacional del PRO, Pablo Tonelli, habría intentado frenar a sus colegas de Juntos por el Cambio que al ver a Daniel Scioli sentado en la banca durante la sesión sobre "jubilaciones de privilegio", argumentaron que el quórum era inválido porque el ex gobernador bonaerense ya tenía aprobada su designación como embajador en Brasil.
"Es un papelón, no digan lo de Scioli", rogó en vano Tonelli a Mario Negri y compañía, según pudo saber esta sección.
Sin embargo, la decisión estaba tomada y el desenlace, escandaloso, fue el conocido: la principal bancada opositora se levantó del recinto y dejó al Frente de Todos tratando el proyecto en soledad con los bloques aliados.
LLEGO AGITADA
La diputada 129 del quórum ajustado con el que se inició la sesión para tratar las jubilaciones de privilegio fue la fueguina Mabel Caparrós.
El vuelo de la legisladora procedente de Ushuaia aterrizó recién a las 12:00 en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery, el horario en que estaba convocada la sesión.
Para colmo, la zona de Aeroparque se volvió instransitable por la presencia del expresidente boliviano, Evo Morales, por lo que su llegada al Congreso se demoró aún más.
Finalmente, y tras una carrera que la dejó sin aliento, Caparrós se sentó en su banca cuando las agujas del reloj daban las 12:44, un minuto antes del plazo que se había fijado el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, para dar por caída la sesión.
IGLESIAS-VALDES
Cuando Juntos por el Cambio se disponía a levantarse de la sesión, se produjo un tenso entredicho protagonizado por el siempre polémico Fernando Iglesias y el peronista Eduardo Valdés.
El ex embajador ante el Vaticano se había acercado para hablar con Mario Negri, cuando le salió al cruce el macrista con duras acusaciones.
"Si no sos vocero del Papa, ¿cuándo presentás el proyecto para eliminar las jubilaciones de privilegio de la Iglesia?", lo chicaneó.
Desencajado, Valdés se le fue al humo, pero no pasó a mayores gracias a la providencial intervención de Cristina alvarez Rodríguez, quien apartó al peronista y se lo llevó del brazo a fin de evitar que se enredara en una pelea estéril.