La Selección argentina hizo de las suyas y se quedó con un clásico alta tensión ante Brasil tras superarlo por 1 a 0 anoche, en el estadio Maracaná, y lo dejó sin invicto en casa por Eliminatorias, además de profundizar su crisis futbolística, en el marco de la sexta fecha. El defensor Nicolás Otamendi, a los 18 minutos del segundo tiempo, le dio el triunfo a la Selección nacional en certamen clasificatorio para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026. La selección brasileña finalizó el cotejo con un futbolista menos por la expulsión del mediocampista Joelinton, a los 36 minutos del complemento, por juego brusco sobre Rodrigo De Paul.
Este resultado significó un triunfo histórico para los actuales campeones del mundo, ya que se convirtió en el primer equipo en vencer a Brasil como local por Eliminatorias, récord que ostentó durante 69 años y logró mantener el invicto durante 65 encuentros. Además, los dirigidos por Lionel Scaloni lograron su quinta victoria en seis encuentros y es el único líder del certamen con 15 unidades.
A lo que juego se refiere, poco y nada hubo en el Maracaná, ya que Argentina tuvo algunos destellos de su juego cuando Messi -que recibió asistencia por una molestia en dos oportunidades- logró participar, sin embargo no pudo ser constante ante un Brasil que por momentos fue amarrete y que llegó con acciones aisladas. Aunque los embates fueron aislados, los dirigidos por Fernando Diniz se las ingeniaron para poner en aprietos a Argentina con un tiro libre de Raphina, que logró desviar Nicolás Otamendi, y luego con un remate de Gabriel Martinelli, en la cual intervino Cristian "Cuti" Romero para salvar el tanto sobre la línea.
En el complemento, la historia no fue la misma para la Selección nacional, ya que en los primeros minutos se vio sometida por un Brasil asfixiante y punzante, con lo que logró ponerla en serios aprietos, pero nuevamente el arquero Emiliano "Dibu" Martínez se calzó el traje de héroe y le ahogó el grito de gol a Rapinha y Martinelli.
El panorama era poco alentador para la "Scaloneta", pero una triangulación aislada derivó a un tiro de esquina que fue la llave para abrir el marcador: Otamendi cabeceó un centro de Giovani Lo Celso para poner en ventaja al campeón del mundo. La ventaja para Argentina significó un verdadero mazazo para el conjunto brasileño.
Los dirigidos por Diniz se sumergieron en sus propios nervios y no solo quedaron lejos del arco nacional, sino que golpearon por demás y esto dejó lugar para la expulsión del reciente ingresado Joelinton, quien agredió a De Paul. Argentina fue inteligente, distribuyó la pelota, se plantó ante el juego brusco del rival cuando tuvo que hacerlo y con este combo logró llevarse un triunfo histórico de las tierras brasileñas.
ARGENTINA 1 - BRASIL 0.
Estadio: Maracaná. Árbitro: Piero Maza.
VAR: Juan Lara.
Brasil: Alisson; Emerson Royal, Marquinhos, Gabriel Magalhaes, Carlos Augusto; André, Bruno Guimaraes; Raphinha, Rodrygo, Gabriel Jesus y Gabriel Martinelli. DT: Fernando Diniz.
Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Giovani Lo Celso; Lionel Messi y Julián Álvarez. DT: Lionel Scaloni.
Gol en el segundo tiempo: 18m Otamendi (A).
Cambios en el segundo tiempo: al inicio, Nino por Marquinhos (B); 20m Nicolás Tagliafico por Acuña (A); 24m Leandro Paredes por Fernández (A), Nicolás González por Lo Celso (A); 32m Douglas Luiz por Guimarães (B), Raphael Veiga por Martinelli (B), Ángel Di María por Messi (A) y Lautaro Martínez por Álvarez (A).
BOCHORNO PREVIO
En lo que preveía ser el partido de la fecha de Eliminatorias, tras los himnos nacionales, las cámaras de la televisión captaron el momento en que la Policía Militar agredió con toda vehemencia, y a palazos, a la hinchada argentina que acudió al estadio Maracaná de Río de Janeiro.
La hinchada argentina opuso algo de resistencia ante la salvaje violencia de la Policía Militar y llamó la atención de los dos equipos que frenaron el inicio del partido. El equipo argentino, encabezado por Lionel Messi, saltó las vallas publicitarias y se acercó a las tribunas a pedir que paren con la violencia pero las autoridades de seguridad brasileñas siguieron hostigando a los argentinos a pesar de que los campeones del mundo y el cuerpo técnico estén en el tumulto.
Al ver que la Policía no cesó en su accionar, Lionel Messi les indicó a sus compañeros que se retiraban del campo de juego hasta que no se normalice la situación. El equipo argentino se retiró e ingresó al vestuario luego de ser retenido en la puerta por la seguridad. Más tarde, cuando se normalizó la situación, volvieron para arrancar el encuentro.