Notas de Opinión

El chavismo con telón de fondo

El mundo, al menos gran parte de él, tiene focalizada su mira en lo que ocurrirá el domingo 7 de octubre en las elecciones presidenciales de Venezuela. Un resultado que trasciende fronteras, especialmente hacia toda Latinoamérica, ya que según le vaya a Hugo Chávez -quien sin ninguna clase de pruritos y con un estilo autoritario y dictatorial que va profundizando, advirtió que de no ser elegido es probable que se desate una guerra civil- depende en gran parte un proyecto que tuvo su origen en Cuba y fue extendiéndose a Ecuador, Bolivia y la Argentina. Una victoria chavista lo afianza, una derrota puede significar el comienzo del desmoronamiento, poco más poco menos, esa es la síntesis.

Chávez hace 13 años que es presidente de Venezuela, habiendo sido golpista y logrando sostenerse contra golpes en su contra. Instaló un régimen sostenido por el autoritarismo, el miedo y la fuerza. Desde siempre tuvo como proclamado objetivo luchar en favor de las clases empobrecidas, aunque el resultado final haya sido ampliarlas, y aún así en esos sectores es donde encuentra el mayor caudal de sus votos. El país, a pesar de su enorme potencial petrolífero, tiene una economía destartalada, con un enorme mercado negro que funciona en paralelo. Acallar a la prensa, al extremo que ya casi no existen medios críticos, reformar la Constitución a gusto para buscar perpetuarse, controlar el dólar, restringir no sólo libertades individuales sino también económicas y financieras, hasta apalear adversarios políticos, son algunas de las características de su gobierno. Bien reciente, tuvo algunos excesos que lo exponen claramente: no sólo le metió miedo a la gente diciendo que si no lo eligen a él habrá una guerra civil, sino que cortó por el medio un discurso del candidato opositor Henrique Capriles que estaba dando por la TV, apareciendo su cadena oficial para hacer unos anuncios. Pero además, y tal vez sea la frutilla del postre, durante uno de sus extensísimos y repetidos mensajes del "Aló presidente", destituyó a un juez que no había cumplido a rajatabla una directiva que le había dado un par de días antes. 

Tres meses atrás, ni siquiera se deslizaba la posibilidad de una derrota de Chávez, el único temor para su continuidad era el cáncer, enfermedad que lo aqueja desde hace un tiempo y de la cual se viene tratando en Cuba, aunque en realidad nadie sabe con certeza cuál es su verdadero estado de salud. Hoy, más allá de esa circunstancia, de la que parece repuesto, las perspectivas electorales han dado un giro de 180 grados. Capriles fue creciendo, y además será la primera vez que toda la oposición venezolana se encolumna detrás de un único candidato, estando hoy posicionado de tal manera que puede llegar a ganar las elecciones.

No es sencillo obtener informaciones de Venezuela, es decir, genuinas y confiables. Las encuestas a las que puede accederse dan cuenta de situaciones irregulares. No puede ser que algunas sean parejas, otras den un par de puntos de ventaja a Capriles, y en cambio las hay con hasta 25 puntos de diferencia para Chávez. Queda claro que hay manipulación. De todos modos compartimos los datos y usted juzgue por si mismo: Naor 60 a 35 para Chávez; Top Data 47 a 43 adelante Capriles; Sexto Poder 47 a 43 para Chávez; IVAD 50 a 32 gana Chávez; Heron 49 a 43 en favor de Capriles; y Consultores 48 a 46 también para Capriles.

Cuando se busca el sustento de opiniones y declaraciones de quienes al menos tienen cercanía con el escenario venezolano,  el panorama no cambia demasiado del numérico. Todo el batallón oficialista  vaticina una amplia victoria a Chávez, en cambio para algunos analistas independientes por el modo que viene creciendo, el triunfo de Capriles es una cuestión irreversible. Tal vez la realidad no haya que buscarla en los extremos, y todo resulte mucho más equilibrado que estas estimaciones previas. Aunque todavía faltan 13 días, es muy poco probable que este escenario ofrezca cambios. Todo ha sido tan radicalizado que no queda tiempo para maniobras, como esa de Chávez de estos días flexibilizando la posibilidad de comprar dólares a los viajeros. 

La incertidumbre mayor puede estar sobre la legalidad y transparencia en el desarrollo de los comicios. Capriles asegura tener al menos dos controles por cada una de las mesas en toda Venezuela, pero en realidad eso no asegura nada. En esta clase de regímenes, de prohibiciones, despojos descarados y palos si es necesario, nada extraña demasiado. Más si tenemos presente la amenaza  "si no gano habrá guerra civil". Ojalá quede sólo en una bravuconada, en un exceso.

¿Cómo impactará en la región el resultado? No habrá que esperar consecuencias inmediatas, se descuenta, pero el impacto será fuerte sea cual fuere el resultado. 


Autor: Roberto Actis

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