Las condiciones climáticas en los últimos días afectaron nuevamente a los trigales del centro norte santafesino, dado que, por sus variados estados fenológicos aumentaron gradualmente la demanda de agua útil, observándoselos desmejorados y con marcadas secuelas, como consecuencia del déficit hídrico, la serie de heladas y también la amplitud térmica diaria.
Como indicaron los expertos de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la realidad ambiental condicionó o restringió aún más, el desarrollo de los trigales en sus distintos estados fenológicos, por lo que en la última semana el lento deterioro se consolidó y los distintos lotes ingresaron en una etapa de definición por parte del productor: interrupción del ciclo, "secado - quema", o la continuación del mismo hasta cosecha, de inciertos resultados.
Ante ello, se constató que un 50% de las parcelas está en estado bueno, con algunos sembradíos muy buenos a excelentes, especialmente en los departamentos del centro norte del SEA. Un 30% se encuentra regular, con diferenciación en el color de las hojas y síntomas e indicadores de las condiciones ambientales. Mientras que el restante 20 % presenta directamente un estado malo.
LA ZONA NÚCLEO, MUY COMPLICADA
Definitivamente la campaña triguera bien complicada y los pronósticos no son alentadores. De acuerdo al relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario, a través de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), el 40% del trigo de la Zona Núcleo está en condiciones malas. “Lamentablemente, la superficie que se perdería por falta de agua y heladas podría ser récord este año”, afirmaron los técnicos.
En el 2020, a fines de septiembre, en esa situación de “malas y a punto de secarse” se encontraban 170.000 hectáreas y finalmente se perdieron 130.000 que marcaron el récord de pérdidas de la región. Ahora, el mismo mes termina con un 80% del trigo sembrado entre malo y regular, solo un 15% se conserva en buenas condiciones y el 5% en muy buenas.
En distritos como General Pinto están evaluando si seguir o no con el cultivo. “Más del 60% de los trigos está en esta situación. Es muy probable que no lleguen a la cosecha, son lotes que no les ha llovido nada”, reconocieron los expertos. Precisamente esos trigos se sembraron con una fuerte inversión en dólares: “se fertilizaron para superar los 40 a 50 qq/ha y hoy se evalúa secarlos; para que esto no suceda, tendría que llover entre 20 a 60 mm antes de la primera quincena de octubre”, remarcaron.
En Colón, el escenario es igual de crítico porque hay lotes muy complicados, al límite de ser secados. Por su parte, en Bigand “la situación es gravísima” con el 80% de los cuadros que están en malas condiciones y rindes estimados en 10 a 12 qq/ha. “Si lloviese en estos días, en los mejores lotes se podría esperar 20 qq/ha, pero ya hay un 20 a 30% de los trigos que se consideran perdidos”.
PRECIOS Y CLIMA
Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, puso el foco en lo que se viene en cuanto a los precios y la preocupación por el clima.
A nivel internacional, el trigo está atrapado por mayor producción y demanda a la baja por la situación macro, mientras que en Argentina el clima seco reduce la producción y sus precios se disparan.
Al respecto, Romano señaló: “las condiciones secas están poniendo en jaque al trigo local, donde la producción amenaza con no ser suficiente para las exportaciones ya autorizadas y el consumo interno”.
Sin embargo, el académico planteó una alternativa: “Las dificultades para originar trigo pueden hacer que a los exportadores les convenga negociar con el gobierno la anulación de los permisos de exportación tomados”.