A comienzos del año 2001 la opinión pública mundial se entusiasmó por el triunfo de movimientos que protagonizaron los pueblos árabes contra sus dictaduras vitalicias.
Comenzó en Túnez, luego Egipto y otros países de la región, con resultados diversos. Los que las impulsaron fueron jóvenes intelectuales laicos, que utilizaron las redes sociales.
La situación en la zona continúa muy complicada: En Libia se produjo una cruenta guerra civil, que se solucionó con la intervención de las potencias occidentales, después de ocasionar numerosas bajas.
Arabia Saudita, un gran aliado de EE. UU., sofocó los intentos de Bah Reim y Yemen.
En Siria una guerra civil le provocó problemas. El conflicto entre Palestina e Israel, está lejos de solucionarse.
En todos estos conflictos, las grandes potencias buscan afirmar su posición en el área y los grupos fundamentalistas y el ejército complican la situación.
En Egipto comenzó con manifestaciones multitudinarias en la plaza de Tahir, en su capital El Cairo y otras localidades. Entre el 25 de enero hasta el 11 de febrero se vivieron momentos de gran tensión y represión violenta: pero sus protagonistas se mantuvieron firmes hasta lograr la renuncia del Dictador que fue reemplazado por una Junta Militar cuyos miembros habían pertenecido al régimen caído, luego asumió Mohamed Mursi, que representa el ala moderada de “Los Hermanos Musulmanes".
Estos conflictos vuelven a repetirse continuamente. Los que llegan al poder atacan a sus antecesores, en una lucha sin fin.
Las verdaderas víctimas de estos conflictos es la población civil, miles de hombres, ancianos, mujeres y niños mueren todos los días. Los que huyen se ubican en campos de refugiados, donde viven miserablemente. Los integrantes de varias ONG tratan sin éxito de ayudarlos.
Algunos recurren a hombres deshonestos, que les cobran una suma de dinero que les cuesta conseguir. Tratan de refugiarse en Europa, pero algunos mueren en el camino, los que logran desembarcar, como no tienen los documentos requeridos son perseguidos por la policía. En general trabajan de vendedores ambulantes y deben escapar con sus pertenencias, cuando se presenta una situación peligrosa.
El Papa Francisco en su viaje a Medio Oriente, intentó buscar una solución para el conflicto entre los palestinos e israelíes. Los jefes de los respectivos gobiernos firmaron un compromiso en El Vaticano, pero en estos días se volvió a desatar la violencia en la Franja de Gaza, mutuamente se arrojan misiles, causando muchas muertes en ambos bandos.
La Historia nos enseña que todas las guerras alguna vez finalizan. Recemos todos los hombres y mujeres el mundo, cada cual a su Dios, para que al fin se logre la paz y terminen las guerras con sus consecuencias tan terribles.