El fútbol rafaelino atraviesa un momento histórico. Este domingo, Atlético de Rafaela y 9 de Julio afrontarán la ida de las semifinales de la Reválida del Torneo Federal A, ambos con la mira puesta en el ascenso a la Primera Nacional 2026 y con la posibilidad latente de un clásico que defina la plaza en la segunda categoría del fútbol argentino.

El escenario presenta dos caminos distintos, pero una misma ilusión ciudadana. Para Atlético, la meta es clara: volver rápidamente a la Primera Nacional, categoría que supo habitar durante largos años, incluso con pasos por la máxima división del fútbol argentino. El equipo de barrio Alberdi viene de superar a Guillermo Brown de Puerto Madryn en cuartos, dejando atrás el duro golpe sufrido tras la caída en la final por el ascenso perdida con Ciudad Bolivar, y ahora visitará a Douglas Haig en Pergamino, donde buscará dar el primer paso antes de definir la serie como local, con ventaja deportiva.

En paralelo, 9 de Julio vive un presente cargado de ilusión. El León rafaelino, protagonista creciente del torneo, aspira a conquistar un ascenso histórico que lo llevaría por primera vez a la Primera Nacional. Luego de eliminar a Gimnasia y Esgrima de Chivilcoy en la instancia previa, recibirá en el estadio Germán Soltermann a San Martín de Formosa, con el empuje de su gente y un fuerte sentido de pertenencia.

Más allá de los objetivos individuales, la ciudad se encuentra movilizada ante un escenario inédito: si ambos superan sus semifinales, Atlético y 9 de Julio podrían enfrentarse en un clásico definitorio por el ascenso. Sería un capítulo extraordinario para la historia deportiva local y una cita con dimensiones nacionales. Para que eso suceda, claro, ambos deben ganar sus respectivas series, aunque la sola posibilidad ya alimenta la expectativa en los hinchas y en todo el ambiente futbolero de la región.

El domingo será punto de partida para una semana que promete emociones fuertes. Rafaela vuelve a estar en el centro de la escena del fútbol del interior y dos equipos de la ciudad se juegan mucho más que una clasificación: persiguen un sueño que, por caminos distintos, puede confluir en una misma gloria.