El gobierno nacional está tropezando con sus propios indicadores propuestos. En economía nada se pierde, todo se transforma. Se busca ganar tiempo al tiempo y los guarismos presentados últimamente como una meta cierta y preestablecida, el 15% anual de inflación pasa a ser una utopía.
Sin embargo en campaña el candidato triunfador dio a conocer “que la inflación, era lo más fácil de solucionar”, al igual que lograr la pobreza cero. Esta situación supera la tan mentada corrupción de los unos y los otros.
El ciudadano de a pie, aspira a vivir decorosamente y se da cuenta que su salario tiene cada día menor poder adquisitivo.
Los gremios; muchos respetaron los aumentos establecidos por el gobierno hasta un 15% y otros menos aún. La confianza y los pactos o acuerdos arreglados desde las cúpulas, se transformaron en desconfianza y las bases presionan a una conducción sindical que no supo valorar al pueblo trabajador y todo va haciendo agua, desbordando el vaso y generando incertidumbre.
El 2,3% de inflación de marzo y el acumulado del 6,7% en el primer trimestre disuelven la meta inflacionaria dada oportunamente.
Todo un combo de alzas de precios en bienes y servicios, no pueden frenar la demarcación de los precios. Las nuevas tarifas afectan a un 70% de la población, en mayor grado a los jubilados, a los más humildes y a los trabajadores en “negro”.
El 15% está pasando a ser un espejismo y en el mercado, las encuestadoras privadas y las ONG sociales están marcando guarismos anuales del 20 al 22%.
El Ministro de Hacienda da a conocer, que adentro y afuera está todo bien y la luz en el túnel ya va a aparecer. El rojo financiero, está alarmando a los posibles inversores, por el cumplimiento tardío de los pagos a cuenta de la voluminosa deuda externa y sus intereses, en dos años y medio aumentó, casi 90.000 M de dólares, incluido una deuda a 100 años.
En marzo el déficit fiscal financiero supero los 91000 millones de pesos y aumento casi un 30 % el interanual, aumentando los intereses sobre la deuda pública. Tenemos una tasa de interés de elevadísimo costo y desanima cualquier proyecto productivo de las pequeñas y medianas empresas.
Como en los años 90, la renta financiera vuelve a ser más atractiva que la inversión productiva. Las tasas altas no frenaron el aumento del dólar y el gobierno central tiene que vender reservas, más de lo previsto para poder frenar el billete verde.
El presidente del Banco Central, dio a conocer que en los próximos meses no habrá más devaluaciones. Se acuerdan, “el que apuesta al dólar pierde”. Estas situaciones determinan la posibilidad que se puede terminar la libre flotación cambiaria y el mercado ya no regulará más la moneda extranjera. El dólar se esta acercando a los $ 21,00 y el Euro a los $ 26,40.
El Presidente y su mejor equipo de los “últimos 50 años”, parecen carecer de una estrategia política que los sustente, lo que les permite no ver o no querer ver la realidad y van hacia delante cueste lo que cueste.
Muchos miembros del gabinete y el propio presidente están atrapados en una maraña de intereses y comienzan a llegar acusaciones judiciales por supuestos temas de corrupción desde el exterior y el interior.
En la Cumbre de las Américas, se dice lo que no se hace, “la mayor trasparencia en los gobiernos actuales”, palabras tan solo palabras, que se vuelven en contra de cada uno de los disertantes.
El ciudadano de a pie, va perdiendo esperanzas y valores y comienza a añorar un pasado mejor.