Hoy ya quedó en la retina de los ojos del mundo la caída de las Torres Gemelas, el “11 S”, pero de esta catástrofe y culpabilidad de un sector sumergido de la sociedad oculta, permitió que surgiera el primer perseguido conocido de nuestra época moderna. ¿Qué vio?, ¿Qué sabía?, fue un Pearl Harbor?
Fue un agente norteamericano, que con sus fotos y filmaciones (documentalista oficial) obtenidas por su trabajo reveló la verdad del Apocalipsis de las torres, (entre otros, el Edificio 7, demolición controlada, el mayor centro clandestino de la CIA, fue vaciado antes del atentado, al igual que el edificio 6 y muchos otros interrogantes no esclarecidos) e hizo conocer las razones de su exilio y permanente persecución en EE.UU. , él y toda su familia por un “crimen” que no cometió, excusa y causa para tapar la verdad de uno de los hechos políticos más importantes de los últimos tiempos. Los servicios secretos de los EE.UU., lo encarcelaron, lo torturaron y fue permanentemente perseguido, a tal punto que llegó a la Argentina en el 2003 y le dieron asilo de refugiado.
Este hombre Kurt Sonnenfeld, fue parte activa de FEMA (Federal Emergency Management Agency ) y tras su penosa odisea, narró su historia en el libro “El Perseguido”.
Hoy una nueva verdad surge de hechos de características parecidas, un caso no comprobado sucedido en Suecia, pone en el banquillo de los acusados a la persona que mostró al mundo miles de archivos confidenciales principalmente del Pentágono, de la CIA , de la Casa Blanca, del Dpto. de Estado y de otros países.
Los ya conocidos “Wikileaks”, fueron un duro golpe al sistema de poder encubierto de los EE.UU., su autor el mundialmente conocido Julián Assange.
“Ahora se nos hace difícil interrelacionarnos con gente que necesitamos, saben que sus nombres pueden aparecer en cualquier momento en la prensa internacional, destruyeron nuestra confianza”, le dijo a la BBC, un Ex Secretario de Defensa de EE.UU.
El soldado que le pasó la información a Assange, Bradley Maning, está preso en una celda de la Base Quántico, en Virginia, donde funciona el cuartel central del FBI.
La historia se podría leer así, el día que se presenta la denuncia por parte de dos jovencitas de supuestos delitos sexuales (las cuales compartieron vivencias ), el Fiscal de Guardia (Leyes Suecas) ordena la detención en ausencia a Julián Assange. Un día después la Fiscal jefe cancela la orden de arresto y limitó la investigación a un caso de acoso, pero semanas más tarde la Fiscal Superior reabre el caso y sin explicar los motivos de su decisión , emite una orden de arresto europeo.
Assange, fuera de Suecia, es detenido en Londres en diciembre del 2010 y el 14 de junio de 2012, la Justicia Inglesa reafirma la extradición del australiano en favor del país demandante y le niega un salvoconducto para salir del país.
El “Nuevo perseguido" logra asilarse en la embajada del Ecuador en Londres el 16 de agosto de este año y el Gobierno del presidente Rafael Correa, le cede asilo diplomático. El defensor de Assange es el ex juez español Baltazar Garzón.
Si el gobierno inglés lo atrapa, lo extradita a Suecia y estos probablemente lo entregarían a EE.UU., donde puede ser condenado a cadena perpetua o pena de muerte por “traición al Estado norteamericano”. Estos mensajes comprometedores que muestran una verdad encubierta y no aceptada, no se perdona. La CIA y las demás agencias de inteligencias están esperando el momento de atrapar a Assange.
El gobierno de Ecuador tiene en sus manos al “Nuevo perseguido”, la diplomacia internacional será el único medio para salvaguardar la vida de Julian Assange, un personaje que mostró el rostro oculto de los otros.