Ciudad del Vaticano. - El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso ayer realizar una ronda de diálogos con la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en El Vaticano, como parte de los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de paz con ese grupo rebelde.
Petro, el primer mandatario izquierdista de Colombia, hizo la propuesta en un encuentro que sostuvo con el papa Francisco. "Hemos hablado de la paz de Colombia, buscando una posición mucho más activa, tanto del Estado Vaticano como de la Iglesia católica, en el proceso", declaró el mandatario a periodistas luego de reunirse con el sumo pontífice.
El presidente colombiano aseguró que el papa está de acuerdo en dar pasos más profundos en los acuerdos de paz en Colombia por lo que se planteó la posibilidad de realizar reuniones con el ELN en El Vaticano.
"Es posible que hagamos una ronda, ya se hablará con el ELN, acá, que podamos construir un paso todavía mucho más profundo, en la dejación de la violencia con un escenario como este. Sería muy sugerente para toda la sociedad colombiana", afirmó.
Petro restableció la negociación con el ELN en el 2022 como parte de sus esfuerzos para alcanzar una paz total en el país que ponga fin a un conflicto armado interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos y millones de desplazados.
Actualmente el Gobierno y el grupo guerrillero mantienen un cese al fuego bilateral de seis meses que las partes deben prorrogar en las próximas semanas.
De inmediato, no fue posible obtener una declaración del grupo guerrillero sobre la propuesta de Petro, aunque el presidente de la comisión de paz del Senado, Ariel Ávila, dijo que sería difícil trasladar los diálogos al Vaticano hasta no conseguir plenas garantías jurídicas para los líderes del ELN con el fin de evitar su eventual detención en Europa.
El ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, cuenta en la actualidad con unos 5.850 integrantes, incluidos más de 3.000 combatientes, de acuerdo con los organismos de seguridad e inteligencia.
Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Aunque el ELN suspendió el secuestro en medio de la actual negociación, sus líderes solicitaron recientemente al Gobierno recursos financieros para mantener a sus combatientes, un tema que deberán abordar en las conversaciones.
Petro también mantiene una negociación con el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sin embargo, aún no logra iniciar un diálogo con la Segunda Marquetalia, otra disidencia de las FARC, mientras que a las bandas criminales como el Clan del Golfo les ofreció un sometimiento a la justicia a cambio de rebajas de penas, una propuesta que no han aceptado. (Reuters-NA)