Notas de Opinión

El peligro rubio

TRUMP. Un rostro que trasunta su personalidad. FOTO ARCHIVO AFP-NA

El famoso y legendario "peligro chino", hoy parece tener un digno sucesor, el "peligro rubio", encarnado por el presidente estadounidense Donald Trump, quien tiene en vilo no sólo a sus vecinos -como México por ejemplo- sino al mundo entero. Pero además, a muchísimos de sus propios compatriotas, no debiéndose olvidar que si bien alcanzó la presidencia de manera legítima, pues allí el sistema es indirecto vía electores, en la suma final de sufragios tuvo casi 3 millones menos que Hillary Clinton. Hoy, y tras ver que sus temibles amenazas de campaña están comenzando a cumplirse, según dicen los comentarios que llegan desde el mismo Estados Unidos, más de uno que lo votó está arrepentido. Algo parecido a lo sucedido con el brexit en Gran Bretaña, votación de la cual no saben como volver hacia atrás.

No es broma, simplemente iniciamos con este recuerdo del peligro chino, pues era la expresión usada frente a una serie de circunstancias, desde aquella falsa que saltando todos los casi 1.500 millones de chinos a la vez podían sacar a la tierra de su eje, hasta su decisiva participación en el comercio mundial que les permitió tener un control amplísimo sobre la economía global. Un dato, hoy la Argentina tiene su mayor déficit bilateral con China, de casi 6.000 millones de dólares, una simple referencia para dimensionarlos.

El haber firmado la orden para comenzar la construcción del muro a lo largo de los 3.200 kilómetros de frontera con México -algo que muchos consideran una verdadera tontería-, porque "desde ese país nos invaden asesinos y violadores", es uno de estos avances que tal vez podrían haber tenido alguna morigeración una vez en el poder. Todo lo contrario, está redoblando apuestas. La xenofobia con los musulmanes también impuso toda clase de restricciones a quienes provienen de esos países, y además, el haberse mostrado en favor de "combatir el fuego con fuego", volviendo a las cárceles secretas y las torturas cuando se trate de terroristas, son sólo algunos de los esbozos de que lo puede significar que alguien de esa formación y pensamiento se encuentre al frente de la mayor potencia mundial.

Queda bastante claro, con apenas algunas pocas intervenciones, que el asunto va muchísimo más lejos si les podemos vender o no algunas toneladas de limones. Es que al fin de cuentas, lo comercial más tarde o más temprano puede irse solucionando, y además, es sólo dinero. En cambio, las relaciones internacionales en un mundo donde siempre todo está en altísimo voltaje y cuando entran a tallar las cuestiones militares, genera una intranquilidad enorme. 

¿Cómo reaccionaría Trump ante un atentado de la magnitud de las torres gemelas? Y eso que la réplica del también republicano George Bush no fue escasa ni mucho menos débil, pues prácticamente arrasó con Afganistán en la búsqueda de Al-Qaeda. Hoy las formas del terrorismo han cambiado, las hemos visto en los ataques realizados por muy pocos, a veces individualmente, prácticamente imposibles de neutralizar. Dios quiera nunca se presente una situación de esta naturaleza, porque insistimos ¿qué haría Trump? Tengamos en cuenta el famoso botón rojo, la realidad parece estar mezclándose con la ficción, esa que nos invadió a través de las películas y la televisión.

Por ahora estamos en cerrar fronteras, persecuciones étnicas, xenofobia, populismo autoritario y cuestiones comerciales que enfilan hacia el fin de la globalización -siempre y cuando no encuentre un mundo bien encolumnado y dispuesto a hacerle frente, aunque el peso de Estados Unidos es determinante- habiendo levantado una polvareda e incertidumbre como nunca antes había existido, al menos en este tiempo. El uso de la fuerza es otra cuestión muchísimo más complicada, especialmente en un mundo donde ya hay alguno que otro con los cables de la cabeza pelados y en cortocircuito, como el coreano norteño Kim Jong-un, de 32 años, que lleva enhebradas una serie de barbaridades colosales, y también, haciendo estallar dos por tres alguna bomba nuclear 100 veces más potentes que las de Hiroshima en el centro de la tierra. Y además, justificándose que lo hacía para "protegerse de Estados Unidos". 

Esta es la realidad del mundo que vivimos, ¿en manos de quiénes estamos? Había muchos y apareció Trump, tal vez nos sorprenda y emplee una mesura que por ahora no parece siquiera rozarle. Como deseo no está demás expresarlo.

Hoy el mundo está poniendo en dudas si Estados Unidos tiene una verdadera democracia, como síntesis no es poco decir, y además, coinciden muchos en decir que lo único previsible en Trump en su imprevisibilidad. 








 

Autor: Roberto Actis

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web