Notas de Opinión

¿El verdadero Macri se asoma este año?

Difícilmente, Mauricio Macri instrumente un ajuste ortodoxo en un

año electoral como 2017, en el que la suerte de su proyecto

político está en juego, pero es clara la intención oficial de

avanzar hacia una economía en equilibrio fiscal, donde prevalezcan

sectores sin subsidios y autosustentables.

Es la vieja dicotomía entre Estado y mercado, en la que el

Gobierno de Cambiemos claramente prefiere este último. 

Sin

embargo, para llegar a su modelo de país ideal necesita de varios

pasos, porque viene de un esquema opuesto basado en el patriarcado

estatal de subvenciones y regulaciones/cepos con un cierre de

déficit fiscal récord en 2015.

Durante todo 2016, Macri forzozamente apeló al gradualismo para

ir aplicando su receta económica, con algunas excepciones que

tuvieron suerte dispar: la salida rápida del cepo cambiario, el

acuerdo con los holdouts y el tarifazo en los servicios públicos

frenado y reformulado por la Justicia.

Ahora, el verdadero Macri empieza a asomar en múltiples

decisiones de su sello y el ejecutor de esta nueva etapa es el

flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Casual o causalmente, en simultáneo con la salida del

gradualista Alfonso Prat Gay del Ministerio de Hacienda se fue de

Aerolíneas Argentinas la gradualista Isela Costantini, quien al

parecer tampoco avalaba el plan oficial de abrir el mercado

aerocomercial a otras empresas.


El nuevo ministro dijo que iba a ceñirse a la meta de reducción

del déficit fiscal de 4,8 a 4,2% del PBI en 2017, pero anticipó

que si puede acelerar ese recorte lo hará. Cada ministro tiene la

misión de buscar la manera de hacer más eficiente el gasto.


AUMENTOS Y RECORTES 

En ese marco, el Gobierno amparó el anuncio de una sucesión de

aumentos para el primer tramo del año en combustibles, medicina

prepaga, TV por cable, celulares, luz, agua, gas, ABL o sus

equivalentes provinciales, entre otros. En algunos casos como los

peajes, son exagerados.

¿Y el combate a la inflación?

También, empezó a rascar la olla de recortes en el sector

público que en algunos casos generaron costos elevados como la

reducción -luego postergada- de la planta de becarios del Conicet

o la no renovación de contratos en el Ministerio de Educación.

Dentro de esa lógica se inscribe la decisión oficial de

cancelar el financiamiento del programa Fútbol para Todos, cuyo

fin razonable de dejar de subsidiar una industria que puede

autosustentarse, por ahora sumió al fútbol argentino en un caos.


La administración de Cambiemos paralelamente busca avanzar en

definiciones de su sello para fomentar la inversión extranjera.

Así, eliminó la última restricción para el ingreso de capitales

del exterior que establecía un plazo mínimo de 120 días de

permanencia en el país. Vía libre para el bicicleteo financiero.



DE BLANQUEO EN BLANQUEO 

La próxima gran apuesta oficial es el denominado blanqueo

laboral, que supone una serie de reformas que permitan reducir el

trabajo informal o en negro del 35% actual.

Este proyecto será presentado en la Mesa de Diálogo para la

Producción y el Trabajo, que completan empresarios y la CGT.

Formará parte de una "reforma impositiva integral" anunciada por

Dujovne, cuyo objetivo es bajar la carga tributaria pero ampliar

el universo de contribuyentes.


El plan de blanqueo laboral fue elogiado por cámaras

empresariales y parece lógico teniendo en cuenta el peso que

implica tener un empleado en blanco en la Argentina. Pero la CGT

rápidamente salió a rechazarlo y lo emparentó con "las políticas

de fexibilización laboral de los años noventa".


Uno de sus pilares es que el Estado pague las cargas durante

tres años de nuevos trabajadores (o en negro que pasan a ser

formalizados) con sueldos de hasta 12 mil pesos. Otro es

incorporar el plan social como parte del salario de un empleado

(hoy el que recibe un plan lo pierde si trabaja en blanco).

Esos postulados forman parte del Plan Productivo Nacional, la

biblia elaborada por el cerebro económico del Gobierno, Mario

Quintana, cuyo objetivo es convertir a la economía en más

eficiente sin que caiga el poder adquisitivo de los salarios.

El

lado B del programa es que tiene como espejo el modelo australiano

de apertura comercial, commodities y servicios, en el que las

industrias no competitivas debieron reconvertirse.


La otra pata del plan Dujovne es un impulso fuerte a la obra

pública, esto sí más allá del gasto, cuya doble ventaja consiste

en empezar a cumplir con reclamos históricos y pasear candidatos

propios por el país con cascos y mamelucos.

El programa tendrá fuerte incidencia en la provincia de Buenos

Aires, distrito electoral que reunirá a pesos pesado de la

política nacional y que definirá el ganador de la elección

legislativa de 2017.

Con esa lógica, Macri giró 25 mil millones de

pesos a María Eugenia Vidal para compensar la ya histórica pérdida

de coparticipación de la provincia más grande.

Hay otras dos medidas en carpeta que tienen que ver con la

edad. Por un lado, el Gobierno lanzó al ruedo el siempre polémico

proyecto para crear un Régimen Penal Juvenil, con la intención de

que baje la edad de imputabilidad de delitos de 16 a 14 años. Este

es un debate con una alta carga ideológica.

El nuevo Macri también

prometió poner punto final a los piquetes.

La otra tiene que ver con la suba de la edad jubilatoria. Al

lanzar la reparación histórica a los jubilados, el Gobierno

advirtió que el sistema previsional se puede mantener en las

actuales condiciones por tres años.

Luego una comisión deberá

analizar su sustentabilidad. Traducido: posiblemente antes del

final del mandato de Macri se busque subir la edad jubilatoria,

hoy en 65 años para los hombres y 60 para las mujeres.

Esa fue una de las recomendaciones que hizo el FMI al Gobierno.



 

Autor: Gabriel Profiti

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