Notas de Opinión

Entre cadenas

El abuso de la presidenta Cristina Fernández con la cadena nacional, la cual ha venido siendo absolutamente desvirtuada de su verdadera finalidad para convertirla en una herramienta de uso proselitista y casi estrictamente partidario al haber llegado al punto de reclamarle desde allí a sus precandidatos menos visibles que bajen sus postulaciones -quienes prestamente se dieron el "baño de humildad"- y no repetir así el fracaso de los siete que se presentaron en la ciudad de Buenos Aires con escasa recolección de votos, es un muy claro ejemplo del casi inexistente respeto que tiene por el cumplimiento de lo que establecen las leyes, normas y reglamentaciones. En definitiva, una burla de la institucionalidad.

Justamente, junto a muchos otros, este será uno de los temas que demandará ingenio, esfuerzo y tiempo para recomponerlo, pues después de tres mandatos en los que el Ejecutivo actuó prácticamente en un libre albedrío, la tarea por delante será sumamente compleja.

Aunque la mención de la cadena es muy clara y precisa, también tenemos a mano el avance poco menos que desaforado que se viene haciendo sobre la justicia, que no es nuevo, pero que nunca había tenido la audacia de este momento, apuntando directamente a la Corte Suprema. Antes, bajo el disfraz de la democratización, se embestía contra jueces y fiscales, ahora en cambio en lugar del cuerpo se puso la mira en la cabeza. 

Todo parece estar formando parte de la conformación de un entramado de seguridad y resguardo para cuando después del 10 de diciembre cambien las autoridades, incluso más allá que lleguen a ser del mismo palo, ya que bien sabido es que cuando se produce un episodio tal, el poder y las decisiones también cambian de manos, con sólo echar una mirada hacia atrás y ver lo ocurrido en cada cambio, se tiene la certeza.  ¿Qué les sucedió a Menem y Duhalde? Miremos dónde están ahora, luego de haber dispuesto de una enorme suma de poder, aunque seguramente no tanto como el que alcanzó a concentrar la actual presidenta, que aún con pocos meses por delante, continúa ejerciendo un control absoluto, que buscará prolongar a través de una red legislativa importante, varias gobernaciones, control de numerosos organismos superpoblados de fieles camporistas, pero además se hace indispensable para alcanzar el objetivo en forma completa, el tener una justicia contemplativa -algo así como el estilo Oyarbide-, en lo cual justamente se está poniendo todo el esfuerzo por conseguirlo, sin reparar en nada, como queda más que evidente con el escrache contra Fayt.

Un escenario como el descripto, probablemente no la encuentre a Cristina Fernández en el llano, pues como parte de toda esa red de seguridad y contención, estará su postulación para el Parlasur, dejando pocas dudas y muchas certezas el objetivo que se persigue, no existiendo otra explicación sobre la razón por la cual se elegirían ahora los legisladores que recién asumirán funciones en 2020. Y además, lo que es todavía más llamativo, con fueros que los mantendrán al margen de cualquier intento por ser sometidos a acciones judiciales.

No son sin embargo los únicos temas, aunque centrales. La economía que venía como por un tubo, aunque en una etapa recesiva a pesar de los números y estadísticas dibujadas que se difunden desde el gobierno -hace horas nomás desde el INDEC dieron el índice de 1,1% para abril- puede agudizar sus males en este tiempo de aparente calma, pues así lo deja entrever el 2,4% de inflación de abril que registró el ente de control de la ciudad de Buenos Aires. Eso impacta fuerte en el reclamo salarial, al que desde el ámbito oficial se pretende ponerle un techo de 25 puntos.

También se fue el cura Molina de la Sedronar, organismo a cargo del control de la droga. El mismo que había estado por Rafaela prometiendo la construcción de un centro de rehabilitación. Desde su ingreso al cargo, nunca se pudo determinar con precisión si estaba para combatir la droga o promocionarla, siendo determinante la postura de la Iglesia -voz del Papa mediante- sobre el avance del narcotráfico, para que la suerte del sacerdote quedara echada, más en este tiempo que la figura papal es tan respetada en el kirchnerismo, ese mismo que lo rechazó tanto tiempo, incluso hasta sus primeros días de designado como jefe del catolicismo. Hasta que se dieron cuenta.

Y para cierre, no podemos dejar pasar por alto, aunque con breves menciones, lo bochornoso del frustrado superclásico del fútbol argentino, que nos deja expuestos ante el mundo entero. Fue una muestra clara y contundente de lo que somos como país, en el cual no funcionan las instituciones sino que todo está personalizado, aunque en la cuestión haya tenido mucho que ver la Conmebol, organizadora del certamen Libertadores. Pero el club sede, la policía, la seguridad privada, las autoridades, e incluso los protagonistas, quedaron claramente expuestos en toda su mediocridad, mezcla de ineficiencia e intolerancia.

Autor: Roberto Actis

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