*Por Antonela Cerutti
Si nos limitamos a las estadísticas de siniestros viales todo indica que más del 90% tienen como causa al factor humano. ¿Pero a qué refiere “factor humano”?
El factor humano es todo lo que surge de decisiones, errores o descuidos de las personas. Son las acciones que realizamos en la vía pública.
Sin dudas que el estado de la vía es uno de los causantes de siniestros viales, pero aquí viene el detalle del tema en cuestión y que es uno de los artículos que menos se respeta de la Ley Nacional de Tránsito.
“Artículo 50. Velocidad precautoria. El conductor debe circular siempre a una velocidad tal que, teniendo en cuenta su salud, el estado del vehículo y su carga, la visibilidad existente, las condiciones de la vía y el tiempo y densidad del tránsito, tenga siempre el total dominio de su vehículo y no entorpezca la circulación. De no ser así deberá abandonar la vía o detener la marcha.”
Este artículo no solo refiere a “no exceder la máxima permitida”, sino a adaptar la velocidad a las condiciones reales de la vía, el vehículo, el entorno y la propia capacidad del conductor.
Es decir que si circulamos a 110 km/h en una ruta con baches nos exponemos al riesgo de perder el control al esquivar o caer en uno. Circular a la velocidad máxima permitida un día de lluvia nos expone a que los neumáticos pierdan adherencia con riesgo de hidroplaneo, más conocido como efecto “aquaplaning”, en donde los conductores perdemos el dominio total del vehículo. La misma situación se presenta cuando alcanzamos altas velocidades al transitar por una ruta que no conocemos sin demarcación horizontal y en horario nocturno.
Estas tres situaciones no son aleatorias que solo ocurren en otro continente. Son situaciones que se presentan en nuestra vida diaria y que aumentan la probabilidad de ser partícipes de un siniestro vial.
Si un bache no está reparado se clasifica como factor vial o de infraestructura porque la vía presenta una condición peligrosa. Pero, si analizamos la causa raíz, ese bache existe porque un responsable humano e institucional como la autoridad vial, la empresa constructora, de conservación o la concesionaria de la ruta, no cumplió con su tarea de mantenimiento. Es decir que desde el punto de vista técnico-estadístico, se lo carga como factor vial, pero desde el punto de vista de la responsabilidad, la causa última es un error humano de gestión.
Nuestra provincia de Santa Fe tiene características únicas. No solamente por ser una provincia productiva donde convergen en sus puertos gran número de transporte de cargas, sino porque está ubicada geográficamente en el centro del país, y además gradualmente aumenta su perfil turístico.
Existen en la provincia de Santa Fe más de 16 mil kilómetros de rutas nacionales y provinciales, algunas reciben hasta 15 mil camiones diarios cargados de cereales que serán exportados. ¿Qué otra provincia del país crees que presenta estas cualidades de carga vehicular? Hasta los ciclos de crecimiento del pasto son diferentes en Santa Fe debido a nuestro clima, a las frecuencias de lluvias, lo que obliga tener que invertir más de lo que gasta otra provincia en mantenimiento de banquinas.
Lo que menciono no es para justificar la falta de responsabilidades sino para que piensen y analicen lo complejo que es el entorno, la infraestructura, los tipos de vehículos que integran la carga vehicular, en estos lugares que son las calles de nuestro barrio, pero también son las rutas donde “transitamos” la vida.
Un usuario que conoce la carretera y que la circula seguidamente, nos dirá cuales son las curvas peligrosas, donde están los baches, los basurales a cielo abierto que en algunos momentos se incendian perjudicando nuestra visual. La misma información deberíamos tener los usuarios de la vía sobre las rutas que transitamos. Es importante conocer el viaje que vamos a llevar a cabo, sobre todo si durará más de dos horas: conocer la traza de la ruta, el estado, las estaciones de servicio que se encuentran en el camino. Además, de controlar el vehículo y el estado del clima.
La responsabilidad es compartida. Todos tenemos una misión en seguridad vial. Cuidar la vida sobre todas las cosas debe ser estandarte de cada decisión, y aquí la prevención juega un rol fundamental: debemos evitar que el accidente no se produzca.
(*) Ingeniera Civil – UTN Rafaela. Ex directora de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) de Santa Fe. Directora de la Diplomatura en Gestión de la Seguridad Vial, UTN Rafaela, de septiembre a diciembre de 2024. Asesora en movilidad y gestión de la seguridad vial.