Rural

Es tiempo de actuar para prevenir situaciones de estrés calórico

FOTO INTERNET EXPLICACIONES. Corrieron por cuenta de Mario Sirvén.

Durante la realización de un Taller de Capacitación de Aprocal en La Universidad Nacional de Villa María, el médico veterinario Mario Sirvén expuso sobre el impacto del estrés calórico en los establecimientos tamberos.

No todas las vacas tienen el mismo umbral de estrés, pues varía según su edad, lactancia y actividad que desarrolla. Y el clima es un elemento determinante en el estrés y por ello hay que trabajar duro durante esos tres meses, y más aún cuando por las noches no refresca lo suficiente.

LO QUE SE DEBE

CONOCER

Al respecto, un pormenorizado trabajo periodístico de TodoAgro dio cuenta de que el índice de Temperatura y Humedad (ITH) es el indicador más utilizado para monitorear si las condiciones ambientales resultan estresantes para los bovinos, considerándose que valores de ITH superiores al rango 68/72 ocasionan falta de confort térmico.

La hora más crítica suele producirse alrededor de las 15 a 17, cuando se maximiza la temperatura ambiente.

No obstante, en los meses de verano desde laS 8 y hasta horas cercanas a la medianoche, el ganado suele estar sometido a estrés y en febrero de este año se registraron valores superiores a 72.

Por supuesto, cualquier organismo al percibir un ataque del estrés rearma sus parámetros de producción, fertilidad e inmunidad.

RESPUESTAS

DE UNA VACA

A continuación un repaso de ahora algunas respuestas fisiológicas de esa vaca.

- Aumento de la temperatura: la vaca suda y hay que reponer el agua evaporada. La vaca busca sombra, busca viento para refrescar su cuerpo y se asienta en suelos fríos para eliminar calor.

Hay mayor consumo de agua, las vacas se mantienen cerca de los bebederos. Tengamos en cuenta que la conducción del calor es entre la vaca y el piso, y se trata de un intercambio por conducción y por ello hay que mojar el piso, mientras que cuando le damos aire se produce un intercambio de temperatura por convección.

La evaporación se produce con la sudoración añadida a la ventilación, y para una mayor eficiencia se recomienda ventilación y aspersión.

- Aumenta la frecuencia respiratoria: la respiración normal de una vaca es del orden de 20/30 por minuto, mientras que el umbral del estrés calórico lo registramos en más de 60 por minuto, y cuando la temperatura orilla los 40ºc puede alcanzar las 115 por minuto.

Recordemos que al respirar la vaca gasta mucha más energía.

-Menos motilidad ruminal: un elemento clave es medir la motilidad ruminal, pues se producen bajas sensibles de la actividad ruminal reduciéndose de 500 a 250 minutos. Si eso ocurre en todo el rodeo es estrés calórico pero si se da solo en algunos ejemplares se registra como un reporte de salud.

Además se retrasa el tránsito a través del rumen.

-Menos consumo y más gasto energético. Menos producción: la actividad de comer demanda cierto esfuerzo y por lo tanto cuando transita un proceso de estrés se come menos fibra y aumenta el consumo de concentrados, y eso puede traer aparejado ciertos problemas de acidosis.

Se produce un proceso de homeorresis, esto es un redireccionamiento de la energía a partes que menos la reclaman, quedando debilitado su sistema nervioso central, con una baja apreciable de su sistema inmune, con crecimiento de riesgo de muerte al tener si sistema inmunológico debilitado.

-Menos eficiencia reproductiva: los impactos de un estrés calórico también pueden apreciarse en el aparato reproductivo de la vaca, a partir de un mayor daño folicular, menor secreción de estrógenos y una menor sobrevida espermática.

También se aprecia un menor celo, manifestaciones más confusas de celo, menos concepción y una menor calidad del calostro.

Crecen los datos de mortandad embrionaria, pues al crecer la temperatura corporal a más de 38.9ºc se compromete el desarrollo del embrión hasta los 6 días de vida.

En algunos casos se utiliza Cortisol en sangre para medir el estrés de la vaca. Otra forma de medir el estrés es reportar las vacas con renguera y medir las células somáticas: la renguera y la mastitis son dos importantes pérdidas de dinero.

-Un buen manejo a partir de sombra, agua y refrescado: tengamos en cuenta que a veces no alcanza con refrescar en los corrales de espera. Debe haber acceso a agua fresca, en buena cantidad, debe ser palatable y en condiciones microbiológicas buenas.

Una buena medida es el acceso a agua fresca para reponer a la salida del ordeñe mientras llega la otra manga. Con dos tomas de agua se puede abastecer del 60 al 80% de las necesidades de los animales.

El refrescado tiene muchos aportes en diversa bibliografía, señala Mario Sirvén. De todos modos se puede hacer el siguiente racconto:

-Es conveniente hacer ciclos de refrescado, por ejemplo un minuto de lluvia fresca con gotas gruesas, que lleguen a la piel; cuatro minutos de ventilación, y en ese aspecto hay analizar la potencia de los equipos, su alcance, ubicación y velocidad, entre otros tópicos; la idea es mojar/secar cuatro veces antes del ordeñe. Este proceso lleva unos 20 minutos.

Un consejo: es mejor que los ventiladores funcionen constantemente pues en cada arranque consumen más energía y crece el desgaste.

También se aconseja la utilización de termógrafos que, colocados en la vagina de la vaca nos permite analizar cómo está el proceso de estrés.

Recordemos además que la colocación de paños de tela media sombra ayuda pero es insuficiente y su eficiencia es relativa.

*El monitoreo es un muy buen auxiliar.

-Los collares y caravanas que se colocan a cada vaca nos arrojan datos en tiempo real, a cada momento que pueden ser determinantes a la hora de tomar decisiones de intervención, y con buena conectividad puede chequearse a través de telefonía móvil. Los procesos de jadeo/alimentación/rumia y por supuesto la frecuencia respiratoria de la vaca que tendrá un fuerte impacto en la ingesta y la rumia, como ya vimos.

ULTIMA CUESTIÓN

-Una última cuestión -muy importante- tiene que ver con que no hay bienestar animal si no hay bioseguridad.

Es muy importante para impedir el ingreso de patógenos, el uso de botas, mamelucos descartables y baño son elementos fundamentales a la hora de impedir la difusión de enfermedades dentro y fuera del establecimiento.

Autor: REDACCION

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