La arquitectura de Juego de Tronos es una impresionante sinergia de referencias históricas, connotaciones culturales y elementos del universo de la serie, que complementan la trama.

La influencia de la arquitectura real en Juego de Tronos es evidente en el diseño detallado de sus diversas localizaciones. Los guionistas de la serie se inspiraron en castillos, pueblos y fortalezas reales, combinándolos con elementos fantásticos para crear un mundo familiar y extraño a la vez. Esta fusión es un rasgo distintivo de la arquitectura de la serie, demostrando cómo los estilos históricos y míticos pueden coexistir para enriquecer la narrativa visual.

Los numerosos estilos arquitectónicos vistos en Game of Thrones contribuyeron considerablemente a la experiencia inmersiva de la serie, llevando a los espectadores a un reino donde la historia, la fantasía y el drama se cruzan de forma fluida.

Invernalia: La fortaleza medieval

Invernalia representa a la perfección la arquitectura medieval de Juego de Tronos, ya que es el hogar ancestral de la Casa Stark. El estilo arquitectónico puede describirse como gótico porque cuenta con altos muros de piedra, ventanas empinadas y grandes torres. Los altos y robustos muros del edificio representan la valentía, la invulnerabilidad y la intransigencia nórdica.

El diseño arquitectónico de Invernalia se asemeja al de otros castillos medievales existentes en el mundo real, especialmente en Inglaterra y Escocia. El grosor de los muros y la presencia de torres indican la necesidad de protegerse de las invasiones y del rigor invernal.

Esta arquitectura encarna simbólicamente el derecho de los Stark al Norte, así como su deber de proteger la región. Este castillo, de construcción sencilla y sobria, refleja las características externas de los norteños, que son toscas e inflexibles.

Invernalia y sus casas con sus severas formas góticas también subrayan las diferencias climáticas y culturales de las regiones del sur y el norte de Poniente.

Desembarco del Rey: el paisaje urbano mediterráneo

A diferencia de Invernalia, la arquitectura de Desembarco del Rey se inspira en la arquitectura mediterránea, con referencias a la antigua Roma , la España árabe y el Renacimiento italiano. La familiaridad con su clima cálido y soleado y el énfasis en la decoración se centran en la opulencia y los dramas políticos de la capital.

La estética general de Desembarco del Rey se inspira en la costa mediterránea, concretamente en las ciudades de Dubrovnik, Barcelona y Venecia, donde se rodó parte de Juego de Tronos. Aspectos como los tejados de terracota roja, las tejas de los balcones y los mercados dinámicos se reflejan en la ciudad.

La impresión general que los espectadores tienen en Desembarco del Rey refleja la magnificencia, el poder y la elegancia de los Lannister y el Trono de Hierro. La arquitectura también se convierte en el telón de fondo de las intrigas políticas y la traición que se desarrollan tras las puertas almendradas de la ciudad.

El brillo excesivo que envuelve Desembarco del Rey es quizás la analogía más evidente con la oscuridad del resto de los escenarios de la narrativa para enfatizar el lujo y la importancia de la ciudad.