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Fumata negra: no hay Papa tras la primera votación del cónclave

Humo negro en la chimenea de la Capilla Sixtina, lo que significa que no hubo acuerdo en la primera votación para elegir al nuevo Papa.
Crédito: AP

La esperada primera votación del cónclave concluyó este miércoles con fumata negra, señal de que los cardenales reunidos en la Capilla Sixtina, en el corazón del Vaticano, aún no alcanzaron el consenso necesario para elegir al nuevo pontífice que sucederá al papa Francisco.

El humo negro se alzó desde la chimenea colocada sobre el techo de la Capilla Sixtina a las 21 hora local (16 hora argentina), indicando al mundo que aún no hay nuevo Papa.

Según el procedimiento canónico, se requieren dos tercios de los votos —en este caso, 89 de los 133 cardenales presentes— para que un candidato sea proclamado como el Pontífice número 267 de la Iglesia Católica.

Las deliberaciones continuarán este jueves con cuatro nuevas votaciones posibles: dos por la mañana y dos por la tarde, hasta que se alcance el consenso necesario. Si ninguna da resultado, el proceso se repite diariamente bajo el mismo esquema.

Se trata del cónclave más diverso e internacional de la historia, con representantes de 70 países y una fuerte impronta de las “periferias” del mundo católico, una marca distintiva del papado de Francisco.

En caso de elección, el nuevo Papa será anunciado con fumata blanca, seguida del tradicional “Habemus Papam” pronunciado por el cardenal protodiácono desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

 

Multitud en la Plaza San Pedro

Este miércoles, antes de cerrar las puertas, los cardenales juraron ante los Evengelios guardar "el secreto" sobre "todo lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio", entre otras cosas.

Más de 30.000 personas, según fuentes policiales, acudieron a la Plaza de San Pedro para presenciar la primera fumata del cónclave. Había mucha expectativa en la plaza, alimentada por la duración de esta primera votación.

Todas las miradas se dirigían hacia la chimenea sobre la Capilla Sixtina, en cuyo tejado una gaviota (a veces dos) se posó durante gran parte de la tarde, como espectadora más cercana del evento.

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