Por Teresita Rosetti de Bersano *

Cada 9 de julio se celebra en la Argentina el "Día de la Independencia" en conmemoración de la firma del Acta de la Independencia por los representantes de las provincias en el marco del Congreso de Tucumán, en 1816. Este documento formalizó la ruptura de las Provincias Unidas del Río de la Plata con la Monarquía Española y cualquier otra dominancia extranjera, estableciendo a la Nación como un Estado Libre y Soberano.

Al celebrar el 9 de Julio recordamos la valentía y sentido de una gesta patriótica iniciada en 1810, con la Revolución de Mayo, y que hasta hoy sigue su curso.

La Declaración de la Independencia fue un hito clave en la historia argentina y un paso fundamental en el proceso de construcción de la Nación, de un país. Este día es una fecha para recordar y celebrar la Libertad, la Soberanía y Autodeterminación de Argentina.

La Independencia declarada en Tucumán también tuvo un impacto significativo en el resto de América Latina, inspirando a otros pueblos a luchar por su emancipación.

Después de la Declaración de la Independencia de 1816, Argentina sancionó en 1853 la Constitución Nacional y adoptó un sistema de Gobierno:

* Representativo: porque gobiernan representantes del pueblo elegidos a través del sufragio y existe divisiones de poderes.

* Republicano: El poder reside en el pueblo porque se ejerce a través de representantes elegidos por el voto popular y existe división de poderes.

* Federal: Conviven gobiernos provinciales. Las provincias mantienen su autonomía, pero están unidas bajo un gobierno central.

Nuestra Constitución sufrió a través del tiempo varias reformas. Con el paso del tiempo estas tres características mencionadas se fueron desgastando.

Además, nuestro país lució durante años tres pilares de oro:

-la cultura del trabajo,

-la cultura del esfuerzo,

-la cultura de la decencia.

No era el paraíso (no lo es ninguna sociedad humana) pero mejorábamos de año a año y de década en década. Ahora esos pilares fueron sustituidos por "la cultura del facilismo", "la cultura de la mendicidad" y la corrupción.

El principal factor de esta decadencia es la educación.

Sin educación no hay futuro

Juan Bautista Alberdi nos condujo hacia la Constitución más progresista, liberal y eficiente de América Latina.

Sarmiento, por su parte, puso en marcha una larga política de Estado que convirtió a la Argentina en el país más culto del subcontinente.

Hoy nos corresponde a nosotros hacer realidad las palabras de Alberdi: "Recordemos a nuestro pueblo que la patria no es el suelo. Tenemos suelo hace siglos, y solo tenemos patria desde 1810. La Patria es la libertad, el orden, la riqueza, la civilización organizada en el suelo nativo, bajo se enseña y su nombre".

Y como dijo otro gran patriota, creador de la Bandera nacional, Manual Belgrano: "UN PUEBLO QUE NO ES CULTO NO APRENDE A CONOCER Y AMAR LA LIBERTAD".

(*) Productora agropecuaria de ACPUR y docente jubilada.