Especialistas del Instituto de Clima y Agua del INTA elaboraron un índice de medición basado en imágenes satelitales, que permite estimar la evapotranspiración real de los cultivos y confirmar o desestimar el estrés hídrico y la sequía.
Esta herramienta resulta clave para la declaración de emergencia agropecuaria en provincias al cuantificar el impacto de la sequía en los cultivos.
Considerada por la Bolsa de Comercio de Rosario como "la peor de los últimos 50 años", la sequía puso en jaque las principales actividades agropecuarias del país.
En este contexto y a fin de poder estimar, con objetividad y equidad, las regiones afectadas por el estrés hídrico y, así, declarar la emergencia agropecuaria, los Ministerios de Agroindustria de la Nación y de la provincia de Buenos Aires solicitaron la colaboración de los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
"Nos convocaron para que definamos un indicador objetivo, que pueda ser implementado como base para analizar, de manera objetiva, el impacto de la sequía en los cultivos", especificó Carlos Di Bella, director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar (Buenos Aires).
El presidente del INTA, Juan Balbín, destacó la importancia de haber desarrollado un índice basado en una metodología objetiva y común a todas las regiones del país para facilitar la toma de decisiones y reducir el impacto de los fenómenos climáticos.
"Es una gran satisfacción poner esta herramienta a disposición del sector agropecuario para generar una política pública", aseguró Balbín.
Explicó que el INTA desarrolló un "índice que es extremadamente preciso y que se tomó en cuenta para la declaración de la emergencia agropecuaria".
En tanto, Di Bella dijo que el indicador de sequía se basa, principalmente, en información satelital que permite estimar la evapotranspiración real de los cultivos (NA).