Notas de Opinión

La calma de los afectados

Cuando uno analiza el estado actual de nuestra nación, la perplejidad, nos acosa por la magnitud de las situaciones acontecidas a cada instante. Tenemos un estado socioeconómico negativo, que está perdiendo el ordenamiento que debe tener una comunidad organizada. 

Cada uno de los planteos presentados desde la casa rosada para tratar de mejorar las situaciones, se diluyen antes de comenzar a funcionar. La baja del IVA en los alimentos de primera necesidad, no se puede visualizar sus valores en las góndolas de los supermercados, por carecer el ciudadano de a pie de las herramientas necesarias para cotejar la veracidad de los precios, dado que el IVA, no se discrimina y todo queda supeditado a la aceptación de lo presentado.

La inflación que generó la última devaluación, actuó fuertemente en los aumentos de precios de los productos de primera necesidad y en realidad en todos los aspectos económicos y sociales.

Los grupos políticos mayoritariamente de izquierdas, salen a las calles a proclamar sus protestas, sus ideales se juntan con la pobreza existente hoy en amplios sectores de la sociedad y el país así no puede funcionar. Hay un espacio de tiempo muy amplio para llegar a octubre y más aún para diciembre, la democracia está funcionando con bastones.

Como toda disputa electoral, siempre habrá un ganador, pero quién triunfe necesitará de un gran acuerdo nacional, para poner nuevamente el tren sobre las vías y poder atravesar el oscuro túnel. Como medida paliativa, fijan un aporte de $ 5000, para ser entregado a los trabajadores, las empresas privadas en su gran mayoría no le cierran los números para cubrir este subsidio transitorio, dado la merma en la productividad económica y el aumento desmedido de los gastos generales que afectan a la producción.

Los despidos en lo público y lo privado son cada día más numerosos y esto supera prácticamente los dos dígitos, quedando muchas familias desprotegidas.

¿Se evaluó esta decisión, o fue tratar de poner parches que medianamente paren la angustia y el deterioro sufrido en los salarios de los trabajadores? Todos reclaman y el gobierno se quedó sin herramientas para reparar el barco que está yendo al garete, muy lejos del puerto deseado la sociedad en su conjunto debe mantener la calma para no saltar de la

inagotable paciencia a la reprochable anarquía, la esperanza no se debe perder, porque siempre habrá tiempos mejores.



Autor: Juan Carlos Fessia

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