La economía de la provincia de Santa Fe cerró el año 2024 con un crecimiento real del 4,1%, según la estimación provisoria del Producto Bruto Geográfico (PBG) publicada por el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC). El avance se dio en un contexto de marcada recuperación del sector productor de bienes, que compensó la caída registrada en los servicios.
De acuerdo con el informe oficial, el desempeño de la actividad económica muestra contrastes profundos entre los distintos sectores. Mientras los productores de bienes exhibieron un notable incremento del 14,4% en términos constantes, los productores de servicios retrocedieron 3,2%, reflejando el impacto de un año aún complejo para actividades vinculadas al comercio y a los servicios personales.
El crecimiento del PBG estuvo motorizado principalmente por el sector de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que registró una expansión real del 57,9%, convirtiéndose en el mayor aporte individual a la economía santafesina. El informe explica que esta performance se debió a una mejora significativa en las condiciones climáticas respecto de 2023, lo que permitió una recuperación contundente de los rendimientos agrícolas.
Dentro del sector primario, los cultivos de cereales, oleaginosas y forrajeras crecieron un 116,2%, mientras que la cría de animales mostró una caída del 27%, reflejando la dualidad del desempeño interno de la actividad.
La industria manufacturera, por su parte, también aportó positivamente. El sector creció un 4,5% interanual, apuntalado por la elaboración de productos alimenticios y bebidas, que mostró una suba del 23,1%. Este rubro explicó más de la mitad del crecimiento industrial total, y representó uno de los pilares de la recuperación de la actividad fabril.
En contraste, la construcción cerró el año con una caída del 14,8%, afectada por el freno en la obra privada y un menor dinamismo en proyectos de infraestructura.
El documento del IPEC confirma que la mayor parte de los sectores de servicios no logró acompañar la recuperación del ámbito productivo. El comercio, con un peso significativo en la estructura económica provincial, cayó 8,3% en términos reales y fue el principal factor de arrastre negativo para el conjunto del PBG. Dentro de ese rubro, el comercio minorista mostró un descenso del 9,2%, mientras que el mayorista retrocedió 9,9%.
Otros servicios con variaciones negativas fueron restaurantes y hoteles (-5,7%), servicios comunitarios y personales (-3,6%) e intermediación financiera (-1%). En cambio, la administración pública (+3,1%), los servicios sociales y de salud (+2,9%) y las actividades inmobiliarias (+1,7%) exhibieron incrementos.
El informe también detalla que el producto bruto geográfico per cápita alcanzó en 2024 los $13.430.666, lo que representa un incremento del 197% respecto de 2023 en valores corrientes. Si bien esta variación está influida por la dinámica inflacionaria, el dato refleja una expansión nominal significativa del valor agregado provincial por habitante.
La provincia representó en 2024 el 10,1% del valor agregado bruto nacional a precios constantes, lo que confirma su rol como uno de los motores productivos del país. La participación se mantiene estable respecto de años previos, con especial protagonismo en actividades como agricultura, industria y comercio.
Balance general
El desempeño de 2024 deja a la vista una economía provincial dividida: mientras los sectores productores de bienes, en especial el agro y la industria alimentaria, protagonizaron un fuerte rebote, el universo de los servicios continúa enfrentando dificultades asociadas a un consumo débil y a condiciones macroeconómicas desafiantes.
No obstante, el crecimiento del 4,1% en términos reales ubica a Santa Fe entre las jurisdicciones con mejor performance en el país durante el último año, consolidando su perfil productivo y exportador como elemento central de su estructura económica.