(Por Jorge Herrera). El bitcoin -moneda virtual- sigue quebrando récord tras récord. El fenómeno fue retratado días atrás por Jeroen Blokland, de Robeco, quien publicó en su cuenta de Twitter lo que bautizó como el "gráfico del arrepentimiento", en el que mostró cómo una inversión de 1.000 dólares en 2010 -cuando un bitcoin cotizaba a 0,8 de dólar-, convirtió a un inquieto operador en un nuevo millonario. Porque esa inversión hoy equivale a más de 35 millones de dólares. Si ese mismo operador hubiera invertido en el índice S&P500 tendría 2.500 dólares (excluyendo dividendos).
Si bien la "criptodivisa", que comenzó a operar en 2009, aún enfrenta resistencias entre analistas y fondos de inversión en todo el mundo, que todavía no la contemplan como un activo financiero, no se arriesgan a negar el increíble atractivo de un instrumento que ofrece rentabilidades de más del 340% al año. Hoy todos ellos están despistados frente al rally, que parece no tener techo.
Días atrás cuando superó los U$S 2.000 se temía una ola de ventas por toma de ganancias, pero luego superó los U$S 2.200 y luego trepó por encima de U$S 2.700, con una capitalización de mercado de casi U$S 45.000 millones, acercándose a la barrera potencial que muchos expertos le dan para este año, en los U$S 3.000. Vale recordar que recién en febrero de 2011 el bitcoin alcanzó la paridad con el dólar. El miércoles pasado cuando superó la barrera de los U$S 2.300 y estableció un nuevo récord por encima de los U$S 2.200, precisamente se cumplió el séptimo aniversario de la primera transacción en bitcoins de la historia cuando Laszlo Hanyecz pagó 10.000 bitcoins por dos pizzas.
Gran parte del rally guarda relación con la creciente incertidumbre política, a lo que se suman los avances en materia de regulación en el uso de bitcoin en países como Japón, Rusia, Brasil o China, que impulsaron a la divisa online a estos niveles que superan ya los máximos históricos del oro, alcanzados en septiembre de 2011, apenas por encima de los U$S 1.920.
Más allá de la apreciación generada por la tormenta política desatada sobre la presidencia de Trump por sus vínculos con Rusia, el principal detonante llegó desde Japón que, junto a Corea, dominan cerca del 50% del mercado mundial de este activo. La explicación se encuentra en el cambio legal de status recibido en Japón donde bitcoin se considera ahora un medio de pago legal. Además, la Comisión de Valores de EE.UU. (SEC) anunció que está reconsiderando la negativa que a mediados de marzo dio al fondo cotizado en bitcoins de los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, que sería el primer ETF de estas características.
Como ocurre en todo mercado, sobre todo, globalizado, el creciente interés por el mercado de divisas online se ha esparcido hacia otras monedas como por ejemplo, etherum, que duplicó su valor en sólo un mes hasta más de 180 dólares, o ripple, una divisa centralizada para el uso de la banca, que se ha revaluado un 1.000% en el mismo período. Aún así, Blokland advierte que entrar en el universo de las divisas online requiere estar alerta constantemente, aunque reconoce que hay numerosos indicios de que hay cola para entrar en esta riesgosa inversión. Opina que todavía no llegó a su máximo a pesar que ha subido 20% por día y acumular casi 50% en la última semana.
Según considera el experto de Robeco, esto podría explicarse por la forma en la que se adquieren los bitcoins en las casas de cambio, que supone una molestia para muchos, ya que hay que descargarse una aplicación en la PC que funcione como monedero electrónico.
Una alternativa es invertir en uno de los fondos en bitcoins, como por ejemplo, el "Bitcoin Investment Trust" de Barry Silbert, que opera al contado y que espera una resolución de la SEC a su petición de convertirse en el primer fondo cotizado de bitcoins. (Ambito Financiero).