Tanto en el mundo de los videojuegos como en el de la realidad virtual, la arquitectura juega un rol preponderante. Es que tras años de constante perfeccionamiento, los videojuegos han evolucionado desde una forma primitiva de entretenimiento a una verdadera experiencia sensorial, psicológica e incluso artística.

Es por esto que la arquitectura dejó de ser un mero trasfondo de decoración o una representación de la realidad en los videojuegos para consolidarse como la herramienta que configura y atraviesa toda la experiencia.

Ya sea diseñando los escenarios, construyendo el ambiente o incluso llevando las riendas de la historia, en los videojuegos más populares de nuestros días, la arquitectura es la matriz que construye sentido, espacio y jugabilidad.

Simcity y The Sims

Quizá uno de los casos tempranos que mejor represente la estrecha relación entre la arquitectura y los videojuegos sea la de la franquicia de The Sims.

Simcity fue publicado por Maxis en 1989 y seguido por múltiples títulos, luego adquiridos por Electronic Arts, constituyendo la franquicia de videojuegos de estrategia y simulación social más popular de la historia de los videojuegos. Un dato posiblemente menos conocido es que, de hecho, la saga fue inspirada por la obra A Pattern Language (1977), del arquitecto austríaco Christopher Alexander.

El concepto del lenguaje de patrón de Alexander no solo ha sido aplicado a diversas tareas de ingeniería de alta complejidad, sino también al campo de la ingeniería de software. Para el arquitecto austríaco:

“Cada patrón describe un problema que ocurre una y otra vez en nuestro entorno, para describir después el núcleo de la solución a ese problema, de tal manera que esa solución pueda ser usada más de un millón de veces sin hacerlo ni siquiera dos veces de la misma forma”.

El diseñador Will Wright, quien creó la serie Sims, adoptó el enfoque funcionalista en la arquitectura y el lenguaje de los patrones en el que Alexander basó sus principios de diseño. Además, la idea de Wright era crear un videojuego de simulación capaz de vislumbrar también cómo el diseño influye en el comportamiento e interacción humana, por lo que la arquitectura y el diseño fueron el motor de la franquicia.

Desde entonces, el universo Sims ha vendido más de 100 millones de copias, consagrándose como uno de los videojuegos más destacados de las últimas décadas y marcando a toda una generación.

La relación de The Sims con la arquitectura, así como con el diseño de interiores y el paisajismo, es elemental.

Y si bien hubo otros títulos importantes en la cuestión, como Age of Empires (1997), que marcó para siempre la historia de los videojuegos y también tuvo mucho que ver con la arquitectura, fue con The Sims y SimCity con los que el vínculo entre videojuegos y arquitectura realmente se consolidó.