Recorriendo el distrito y la zona circundante a Rafaela, se puede observar que más de la mitad de los maíces de primera que estaban listos para pasar a picado y confección de reservas para el invierno, han sufrido fuertemente el impacto de la seca y la ola de calor implacable de esta semana. Su estado vegetativo se interrumpió por completo y desde los organismos técnicos reportan que será difícil compensar la pérdida, especialmente para tambos y planteos pecuarios. La única salvación posible es que llueva cuanto antes, aunque en muchos lotes el daño ya es irreversible.
Si en la primera semana del año, la preocupación del sector pasó por lo gremial y lo político, con la Mesa de Enlace escuchando el clamor de las bases para intensificar los reclamos ante el Gobierno, la característica reinante de la segunda semana es sin dudas la ola de calor que vino a profundizar el déficit hídrico de la región.
Es que no se trata de una simple sequía sino de un fenómeno climático estructural denominado “La Niña”, que promete quedarse hasta marzo inclusive. La excepción que la zona tuvo en el evento pasado no se está repitiendo este verano y sus consecuencias están a la vista en los campos de la región. Soja, maíz y pasturas están perdiendo volumen y calidad vegetativa, comprometiendo las finanzas y las reservas para los próximos meses.
IMPACTO PROFUNDO
“Las condiciones climáticas continúan impactando sobre los cultivos”, dice el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Santa Fe para la región central y norte de la provincia.
En la segunda semana del mes de enero se agravaron las condiciones manifestadas en la primera, con una estabilidad climática de días soleados, altas temperaturas y registros térmicos superiores a 41 ºC, con vientos leves de direcciones variables, preferentemente del sector norte, situación que permaneció hasta el final del período, en toda el área del Servicio de Estimaciones Agrícolas (SEA) con fecha de ayer.
“Ante la realidad ambiental que reinó, los cultivares continuaron generando intensos procesos de evapotranspiración y alta demanda de agua útil de los suelos, que en los distintos sectores de los departamentos del área de estudio, era muy baja o nula”, reporta el SEA. Dichos escenarios alteraron algunas actividades agrícolas de la campaña, tales como el/los: monitoreo y seguimiento de los sembradíos, evaluándose en cada uno de ellos, estado, desarrollo y sanidad; picado y embolsado de maíz temprano.
Según comentaron los organismos técnicos, se llevaron a cabo las siguientes labores culturales: monitoreo de los cultivares de girasol, algodón, soja, arroz y maíz temprano; control de malezas; picado/embolsado de maíz temprano y cosecha de girasol.
Para lo que resta de la semana y el fin de semana próximo, “los pronósticos prevén desde su inicio, estabilidad climática, días soleados, registros térmicos muy importantes, vientos leves de direcciones variables, situación que permanecería hasta mediados del domingo 16 de enero. A posteriori, se produciría un incremento de la nubosidad, rotación de los vientos y probabilidad de precipitaciones de variadas intensidades, características que se mantendrían hasta el final del período”, según el reporte del SEA. Además, “las temperaturas fluctuarían desde mínimas de 15 a 30 ºC y máximas de 25 a 45 ºC”.
ESCASEZ DE SERVICIOS DE PICADO
Según reportan asesores técnicos y productores en consultas por la región, está complicándose conseguir turno para el picado de lotes de maíz y ensilados, debido a que la fecha se adelantó en la zona a causa de la seca y la ola de calor, generándose un cuello de botella que será difícil de resolver en los próximos días.
Nadie quiere perder la poca calidad que le queda al maíz y así suben los costos del servicio y se retrasan las labores de confección.
El asesor técnico Iván Agretti, de una empresa contratista del centro de Santa Fe narró la experiencia de picar maíces esta campaña. “Esta campaña nos estamos enfrentando a algo que nunca había visto: la planta de maíz se deshidrata de arriba hacia abajo por falta de humedad del suelo, baja humedad relativa y altas temperaturas, es decir, se quema”. Por lo general, “se seca de abajo para arriba, entonces uno tiene un parámetro de estrés hídrico, pero ahora se está secando de arriba para abajo, se está quemando la hoja”, dijo el técnico.
En la última campaña, los maíces rindieron entre 12 y 15 metros de bolsa por hectárea, y ahora se están observando casos de 8 y máximos de 10 metros.