Notas de Opinión

La revitalización del terrorismo

El terrorismo ha vuelto al centro de la escena internacional con el atentado de Boston, el asesinato de un soldado británico en Londres y las heridas a un soldado francés. Hasta comienzos de 2013, la idea predominante en los servicios de inteligencia occidentales era que la acción sistemática contra Al Qaeda durante más de una década había desarticulado a esta organización, poniéndola a la defensiva y reduciendo su capacidad de acción en forma sustancial. Planteaban que había desaparecido como acción terrorista global y que era utilizada más bien como una suerte de marca por diversos grupos extremistas de origen musulmán, que mantenían su voluntad de actuar contra Occidente y sus aliados mediante el terrorismo. La eficacia en el control de los flujos financieros y la ventaja tecnológica que da a EE.UU. su predominio en el campo satelital en materia de inteligencia, fueron causas de dicha desarticulación. A más de dos años de la Primavera Arabe, la conmoción que ella había provocado en varios de los gobiernos del mundo árabe no pudo ser utilizada por Al Qaeda, más allá de algunos hechos circunstanciales como el asesinato del embajador de los EE.UU. en Libia. Pero esto ha cambiado en las últimas semanas con las acciones mencionadas, volviendo el terrorismo fundamentalista a ser centro de preocupación de los gobiernos y la opinión pública.


Tanto el atentado contra la carrera que se realizaba en Boston como el asesinato de soldado inglés y el ataque al francés, muestran que surge un nuevo tipo de terrorismo que es protagonizado por individuos aislados. Ya no se trata de una organización amplia, sofisticada y con abundantes fondos financieros como la que atentó en 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono en los EE.UU. Es sobre este tipo de organización que la acción anti-terrorista parece haber resultado eficaz. Ahora, en el caso de Boston, se trata de dos jóvenes nacidos en Chechenia, donde la población musulmana lleva una guerra de siglos contra el dominio de Rusia y que durante el primer gobierno de Putin la represión llegó a casos extremos de crueldad y violencia. En el del soldado británico, ha actuado un africano de religión musulmana. En los dos casos no se trata del mundo árabe, sino de personas de religión musulmana fuera de él. El terrorismo checheno había realizado hasta ahora acciones de terrorismo importantes en territorio ruso, pero no fuera de él. Tanto el FBI como los servicios de inteligencia británicos no han detectado organizaciones propiamente dichas detrás de estos terroristas. En Boston se actuó con explosivos primarios, cuyo uso puede aprenderse públicamente en la web. En el segundo se utilizó un machete, un arma del hombre primitivo. En ambos casos, la acción terrorista no pudo ser detectada por el control tecnológico, los flujos financieros ni el tráfico de comunicaciones y mensajes a través de los medios de comunicación electrónicos, más allá que alguno de los terroristas estuviera en largas listas de sospechosos.


Este tipo de terrorismo puede aumentar la hostilidad hacia inmigrantes y minorías de origen musulmán en el mundo desarrollado. En el último acto del líder del Partido Nacionalista Británico se reclamo que el asesino del soldado en Londres fuera muerto a tiros envuelto previamente en un cuero. Las mil quinientas personas que asistían aprobaron con gritos este discurso extremista. El terrorismo del tipo “lobo estepario”, como se lo llama por su aislamiento social, acentúa la desconfianza hacia el diferente. El acto terrorista realizado en forma aislada en Noruega por un noruego que mató con un fusil de asalto decenas de personas, muchos de ellos niños, para llamar la atención como expresión de protesta contra el avance de los musulmanes en Europa en detrimento del modo de vida europeo (en su caso del estilo y cultura noruegos), es un ejemplo de las reacciones extremistas que pueden generarse y que en realidad ya se han generado. La masacre noruega también es un ejemplo de terrorismo aislado, sin cómplices y sin pertenencia a una organización. Las siete noches de disturbios violentos en Estocolmo -la capital de Suecia- protagonizados por jóvenes inmigrantes o hijos de inmigrantes, son un hecho sorprendente para uno de los países más igualitarios del mundo, pero que pone de manifiesto las fuertes tensiones culturales, raciales y religiosas, que subyacen en el mundo desarrollado. Las elecciones para el parlamento europeo que se realizan el año próximo seguramente mostrarán un crecimiento de los partidos xenófobos, al combinarse tanto el temor al terrorismo como la recesión y el desempleo. Pero el terrorismo no es un fenómeno exclusivo en el mundo desarrollado. Los conflictos intra-musulmanes se manifiestan con acciones terroristas en países de Asia y África y también entre musulmanes y minorías de otras religiones.


En este marco, el Presidente Obama expuso en un discurso su política frente al terrorismo. Consciente tanto del impacto que el atentado de Boston ha tenido en la opinión pública estadounidense, como del nuevo tipo de terrorismo protagonizado por individuos o células aisladas, y asumiendo que frente a ello su consigna de “se acabaron las guerras” tras la retirada de Irak y la que ha comenzado en Afganistán, pueden generar la impresión de que se ha abandonado la lucha contra el terrorismo, explicitó su doctrina frente al problema. La doctrina en ámbitos militares es conocida como “no más botas sobre el terreno”, en referencia a las dos guerras mencionadas iniciadas durante la Administración de Bush hijo. La nueva doctrina, consagrada con la muerte de Ben Laden en Pakistán, consiste en el uso de los dronnes (aviones sin piloto) para eliminar terroristas a distancia, el empleo de unidades pequeñas de comandos y tropas especiales -como en el mencionado caso de Ben Laden- y la autorización del Congreso al Presidente para eliminar terroristas fuera del propio territorio, incluyendo ciudadanos de EE.UU. si fuera necesario. Obama ha defendido en su discurso estos métodos, diciendo sólo que deben ser reglamentados. Mientras tanto, el anuncio realizado durante su primera campaña electoral para Presidente de que iba a cerrar la prisión de Guantánamo, cinco años después se sigue demorando.


En conclusión: el atentado de Boston en los EE.UU., el asesinato de un soldado británico en Londres y las heridas a uno francés han vuelto a poner al terrorismo en el centro de la escena internacional; está surgiendo un nuevo tipo de terrorista, encarnado por personas aisladas que no responden a organizaciones, por lo cual es más difícil de detectar; ello acentúa en el mundo desarrollado el temor y rechazo hacia las minorías, especialmente las de origen musulmán, aunque el terrorismo también es utilizado en los conflictos intra-musulmanes y el discurso de Obama sobre la lucha contra el terrorismo revindica los métodos que ya está utilizando para su eliminación, como dronnes, tropas especiales y eliminación selectiva de terroristas.




Autor: Rosendo Fraga

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