Notas de Opinión

Las cooperativas: luces y sombras


Las auténticas cooperativas fueron artífices del desarrollo urbano y rural nacional. En efecto, los sectores cooperativos de los servicios públicos (ayer, electrificación rural, agua potable, telecomunicaciones; hoy TICs digitales, fibra óptica, etc.) tanto agrícolas como de educación, crédito y consumo entre tantos otros, dan cabal y fructífera cuenta de ello.

Una cooperativa genuina consiste en una empresa solidaria civil con plena autonomía, independencia y neutralidad política, de gestión democrática, constituida libremente, sin intermediarios ni fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad con el objeto de ofrecer/recibir bienes y servicios a precio justo, distribuyendo eventuales excedentes mediante una justicia distributiva.

Se trata de versiones humanitariamente complementarias de economías planificadas o de mercado ya que han llegado con sus satisfacciones ahí donde el Estado no llegaba o a la empresa comercial privada no le interesaba; versiones ciertamente claves en todo lo concerniente a más y mejor desarrollo humano.

Los principios cooperativos son directrices no dogmáticas que orientan la puesta en práctica de los valores solidarios civiles. Estos principios se fueron reformulando históricamente y hoy, conforme el Congreso de Manchester del año 1995, los mismos son: 1) Membresía libre; 2) Control democrático de los asociados; 3) Participación económica de los mismos; 4) Autonomía e independencia (precisamente para preservar a las cooperativas del manipuleo político); 5) Educación, entrenamiento e información (Leyes 16.583, 23.427 y 26.206 (Art.90)); 6) Integración o cooperación entre cooperativas y, 7) Compromiso con la comunidad.

A partir de la Dictadura se produjo la mayor degeneración cooperativa conocida entre nosotros pero, la última década exhibe un escandaloso bastardeo oficial de la naturaleza, del marco axiológico y de los principios cooperativos propios y universales al sostener, usar y abusar paradójicamente de la normativa dictatorial cooperativa (Decreto 20.337/73), sin reproches ni reparos.

En efecto, el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación fue el órgano oficial que irresponsablemente autorizó irregularmente para funcionar a miles de pseudo cooperativas políticas, las del Programa Argentina Trabaja todo lo cual explica y predice decenas de miles de cooperativas “truchas” tan dañinas para las personas involucradas, para un Estado de derecho y para nuestra Comunidad Nacional.

Se dijo que la ejecución del Programa seria auditada y asistida técnicamente por universidades públicas nacionales, que el mismo alcanza a los barrios de alta vulnerabilidad social, villas y asentamientos precarios de numerosas provincias de nuestro país, “con el aditamento ´electoral´ llamativo e inaceptable”: ¡con especial atención en el Conurbano bonaerense y zonas aledañas!

Cómo lo advertimos una y otra vez, ¿recién ahora? se detectaron 28 mil cooperativas "truchas", funcionando con varias anomalías, muchas de ellas sospechadas de haber participado en fraude fiscal, laboral, previsional y desvío de fondos públicos. Según informó el organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, de las cooperativas identificadas con anomalías, 13.000 están en proceso de liquidación y 170 intervenidas judicialmente en tanto que las restantes, casi 15.000, ya han sido liquidadas. El titular del INAES, Patricio Griffin -que depende directamente de la ministra Alicia Kirchner-, precisó que unos 12 mil casos de irregularidades correspondieron a –supuestas- cooperativas de trabajo (sic)

Así entonces, tanto trabajo en negro, indecente y denigrante; tanta usura y fraude fiscal, tanta corrupción y abusos de poder y de autoridad, en modo alguno lograrán descalificar ni ensombrecer el desempeño secular de cooperativas puras (por su fidelidad a sus principios) que vienen brindado satisfacciones a las necesidades básicas de millones de argentinos en el campo y en la ciudad, ya a partir del Siglo XIX a la fecha.

Finalmente, sólo esto último justifica conmemorar otro aniversario del cooperativismo, efeméride propia que acaece el primer sábado del mes de julio de cada año.


(*) Experto de la Coneau para la economía del tercer sector (cooperativas, mutuales, asociativismos).

Autor: Roberto F. Bertossi

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