Rural

Las empresas agrícolas tienen más dudas que certezas: factores que preocupan

INCERTIDUMBRE. Las empresas agrícolas deben definir estrategias para surfear la ola.

El analista y consultor Teo Zorraquín compartió una radiografía certera del escenario que afrontan las empresas agropecuarias, teniendo en cuenta que el entorno (político, económico, climático, de mercados) condiciona una parte de las decisiones a tomar. "A veces no en el corto plazo, pero sí en el largo", señaló.

Para el experto, la mayor preocupación actual de las empresas agropecuarias es la renta del negocio y el aguante financiero. En ese sentido, se puede dividir entre las puramente agrícolas, las mixtas que combinan ganadería y agricultura o lechería y agricultura, las ganaderas puras, las agroindustriales y las de servicios. "En cada uno de estos tipos de empresa, el impacto de lo financiero, el nivel de actividad y el nivel de precios, es diferente", reconoció.

"Las empresas agrícolas tienen en el nivel de precios, por el momento, su mayor preocupación, dado que los mismos ofrecen una renta cercana a cero", aseguró. Si bien hubo zonas afectadas por excesos hídricos que condicionan la evolución o el rendimiento de la fina, se espera un futuro climático neutro, con buena carga del perfil para iniciar la gruesa. "Lo financiero, si no hubo pérdidas productivas significativas la campaña pasada, no pareciera ser su preocupación principal, pero con gran cuidado de la caja y apoyándose en el esquema comercial para financiar sus insumos o utilizando créditos en dólares", aclaró.

"Las empresas mixtas y las ganaderas y lecheras mejoran el escenario anterior, dado que la ganadería y los tambos en estos momentos “empujan” la caja en forma importante, dando un mayor rango de acción y elección ante la toma de decisiones".

En tanto, las empresas agroindustriales en general requieren de un periodo más largo para procesar y obtener su producto para la venta. Ante un mercado externo “ralentizado” para aquellos que exportan y un mercado interno con bajas de consumos del orden del 30%, "son las más afectadas por el encarecimiento del circuito financiero y el peso de la estructura en dólares en su ecuación de costos".

Por su parte, las empresas de servicios (insumos, servicios profesionales, etc.) ven afectadas sus ventas en cerca del 30% (sólo demora o caída real, a definirse todavía), y están proyectando en el mejor de los casos un año con resultado pobre, suponiendo que las ventas de los servicios que ofrecen se reactivan.

"Si a este escenario se le agrega el año electoral y las especulaciones sobre el impacto en lo político y económico, con aumento de la incertidumbre, la reacción natural del productor agropecuario en general es esperar, quedarse quieto observando la evolución de los distintos escenarios", advirtió. Y agregó: "esto puede llevar a tomar decisiones a último momento, cuando la biología o la caja obligan, lo que no siempre es bueno para la estrategia. Pero los anticuerpos y las prevenciones naturalmente se activan en este tipo de entornos".

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