La sorpresiva suspensión de los registros de exportación de aceite y harina de soja a principios de semana descolocó al sector productivo y exportador del país, lo cual se reflejó en innumerables contestaciones institucionales de repudio, donde señalan que en este tipo de medidas comportan un factor grave de incertidumbre que frena las inversiones del único sector dinámico que le queda al país.
Así como le pasó a la carne, ahora los granos ven peligrar sus negocios de mediano plazo y en pleno pre-acuerdo con el FMI, algunas decisiones del Gobierno parecen contradictorias, porque mientras se busca promover la generación de divisas, se ataca a los sectores que las generan.
Si bien el Gobierno anunció que se trata de una medida temporal, se sabe que estos cierres de registros generalmente preceden a un aumento de retenciones, lo cual debió obligó al propio ministro de Economía, Martín Guzmán, a salir a aclarar que no aumentarán los Derechos de Exportación (DEX) de los granos. Algo que el mercado no toma en serio ante el descrédito de quienes gestionan el Estado hace dos largos años.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario presentaron algunos números que ayudan a entender el contexto de los anuncios.
POLÍTICA MONETARIA Y CAMBIARIA
“En lo que va del 2022 las reservas netas del BCRA se recortaron en dos tercios y hoy equivalen al 3% de las reservas brutas”, dice el informe de la entidad, por lo que una política anti exportaciones es un prácticamente un contrasentido. A inicios de marzo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó reservas internacionales por US$ 37.329 millones. Esta cifra conlleva una caída del 6% en lo que va del año.
Lo que sí hubo es una “notable reducción de la brecha cambiaria: la diferencia entre la cotización del dólar MEP y el BCRA promedia 83% en marzo”.
APORTE DE LAS CADENAS AGROINDUSTRIALES
“La proyección de recaudación del Estado Nacional en DEX en 2022, por la actividad de las cadenas agroindustriales, se ubica en US$ 11.320 millones, una suba de US$ 2.000 millones con relación a la estimación de febrero”, reportó la BCR.
En tanto “la suba de los precios FOB de exportación de la harina y el aceite de soja, impactan en la recaudación proyectada de DEX del complejo sojero, que superaría por sí solo los US$ 10.000 millones en 2022”. Obviamente con las exportaciones cerradas esta posibilidad se achica ostensiblemente.
“Es necesario ser precavido a la hora de tomar estos números, porque por un lado, recién estamos comenzando el año y los mercados mundiales se hallan fuertemente volátiles producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania”. Por otro lado, “todo dependerá de las determinaciones de las autoridades nacionales en cuanto a los volúmenes permitidos de exportación”, analizó la entidad.
A su vez, “el aporte tributario de las Cadenas Agroindustriales en el mes de febrero habría alcanzado $ 337.000 millones, creciendo 26% con respecto a enero”, marcando claramente que en estos momentos es el campo el que sostiene mayormente al Estado Argentino.
COMERCIO EXTERIOR AGROINDUSTRIAL
“El alza de precios internacionales eleva las expectativas exportadoras para el 2022, acercándolas a US$ 85.000 millones”, advierte la BCR, aunque el modo verbal adecuado sería el condicional, ya que todo dependerá de la política exportadora que asuma el Gobierno de cara a los próximos meses. Se sabe que la volatilidad del mercado puede cambiar de un momento a otro el valor de los commodities.
Lo cierto es que hubo en 2021 “fuertes alzas para todos los complejos exportadores del agro”.
Sin embargo, el temor por un nuevo aumento de las retenciones a los subproductos de la soja u otras posiciones del complejo agroindustrial, ponen en duda la performance de 2022. “En caso de concretarse esta medida, que impactará negativamente en la competitividad de la industria oleaginosa nacional y que reducirá la capacidad de pago de esta al productor, el impacto en términos de recaudación será limitado”. Según estima la BCR, “el aporte fiscal adicional de esta modificación sería de unos US$ 432 millones, apenas 4% superior al aporte estimado originalmente con las alícuotas vigentes”. Pero el daño a la estructura dinámica implicaría pérdidas millonarias para el crushing con epicentro en la provincia de Santa Fe.
ÍNDICE MANUFACTURERO AGROINDUSTRIAL
Es una realidad sin embargo que “la actividad agroindustrial cae fuerte en enero”. Entre los factores principales de este índice de actividad económica sectorial, se citan “las altas temperaturas, menor disponibilidad de agua y aumento de insumos que golpearon al sector pecuario; y el aumento en los granos, las nuevas normas de comercialización y los precios internos habrían hecho caer la industrialización de granos”. Estos datos aún no miden el impacto de la guerra en Ucrania y las complicaciones logísticas que están paralizando operaciones en todos los países proveedores de subproductos como Argentina.