Ricardo Luis Lorenzetti acaba de publicar “El Arte de hacer Justicia” donde se presenta diciendo quién es, de dónde viene y cuál es la herencia que lleva encima, tanto de la zona de la cual proviene como de la familia que le ha conformado su personalidad y su manera de vivir y pensar la realidad. Pero luego de esta impronta personal hace un balance de sus diez años en la Corte Suprema de Justicia a la que accedió el 22 de diciembre de 2004, hace justo diez años.
Mi propósito en esta nota es comentar este texto a la Luz de la novedad que implica para la Iglesia y para el Mundo el Magisterio del Papa Francisco.
¿Quién es el Dr. Ricardo Luis Lorenzetti? A mi modo de ver una de las personas que mayor repercusión está teniendo en la Argentina actual, en los últimos diez años, y por lo que se deduce de su reciente libro, y de la incidencia que ha tenido en la reforma al Código Civil y Comercial de la Nación, una de las personas que mayor influencia va a tener en la Política, la Cultura, el Pensamiento y el Orden Jurídico, de los próximos decenios, en el País y en Latinoamérica.
¿Por qué leer a Lorenzetti poniéndolo en diálogo con el Papa Francisco? Como católico, me siento interpelado por el llamado del Papa Francisco a “dejar de cobijarse detrás de la puerta de la Iglesia, a salir del nido e ir al encuentro del hombre de hoy”. Esto implica no ser “autoreferenciales” encerrándonos a repetir las convicciones que nosotros tenemos sin tratar de comprender lo que pasa a nuestro alrededor. Me pareció oportuna la afirmación que hizo en una entrevista diciendo que: “lo propio de un Jesuita (y el Papa es Jesuita, perteneciente a la orden que fundó San Ignacio de Loyola), es concebirse como un hombre de pensamiento incompleto”. Esto es lo que me parece que debemos imitar, dejándonos enriquecer por los que piensan distinto.
Recientemente dirigiéndose a los participantes del Congreso Internacional de la Pastoral de las Grandes Ciudades, el 27 de Noviembre de 2014, ha dicho que vivimos en una sociedad diferente, que no estamos más en la “cristiandad”, que la sociedad de hoy es multipolar y multicultural, y que la Iglesia debe vivir “en salida”, acompañando al hombre de hoy y preocupándose principalmente de los pobres.
Esas indicaciones puntuales son iluminadas por los principios de fondo que nos ha propuesto en su principal documento “La Alegría del Evangelio” (EvangeliiGaudium) que dicen: “El Tiempo es superior al Espacio”, “La Unidad prevalece sobre el conflicto”, “La Realidad es más importante que la Idea” y “El Todo es superior a la parte”.Estos principios son los más “políticos” de toda la Doctrina Social de la Iglesia, que tiene más de 120 años, por ejemplo cuando dice que “el tiempo es superior al espacio” nos está diciendo que es más importante iniciar procesos de cambios a largo plazo que preocuparse de ocupar espacios de poder; cuando nos dice que “la unidad prevalece sobre el conflicto” nos está diciendo que siempre es posible una nueva síntesis de los polos contrapuestos en vez de quedarse estancados en el conflicto; cuando nos dice que “la realidad es más importante que la idea” nos está diciendo “Argentinos a las cosas”, que dejemos de divagar en la conflictualidad ideológica y nos preocupemos más por los problemas concretos; cuando nos dice “el todo es superior a la parte” nos está diciendo que dejemos de considerarnos el ombligo del mundo y veamos en cada situación la realidad en su conjunto.
¿Qué tiene que ver esto que dice el Papa con el Libro de Lorenzetti? El Dr. Lorenzetti fue el principal autor de la reforma del Código Civil y Comercial promulgado el 01-10-14, y el Director de la Obra de 11 tomos que comentará cada uno de sus 2671 artículos, y acaba de aparecer su primer volumen. Esta reforma significa un cambio histórico del orden jurídico Argentino luego de 140 años de vigencia del Código derogado. Si vemos el índice del nuevo Código Civil y el índice de los principales libros del Dr. Lorenzetti, como son “Las Normas Fundamentales del Derecho Privado”, “Teoría de la Decisión Judicial” y el “Tratado de los Contratos” veremos una gran similitud, que nos hace verificar la gran incidencia de su pensamiento en la reforma. Si a esto le sumamos que preside la Corte de Suprema de Justicia desde hace siete años, apenas tres años después de integrarse a la misma, podemos darnos cuenta la proyección que va a tener su pensamiento en toda Latinoamérica, ya que la Argentina es el primer País que hace una reforma de esta envergadura.
En el libro que comentamos repasa todos los temas de mayor relieve tratados por la Corte Suprema en estos últimos 10 años, y, a su vez, delinea claramente su pensamiento y hacia dónde quiere dirigirse, con qué criterios de fondo han sido tratados los temas más candentes de la realidad actual: La independencia del Poder Judicial, la integración de la diversidad, la función de los medios de comunicación social, la bioética, el acceso a la justicia, la pobreza extrema, la protección del medio ambiente, los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad; son algunos de los temas tratados y explicados en un lenguaje de acceso general, para un público que no conoce los términos jurídicos.
¿Qué opinión me merece a mí, como católico, lo que dice el Dr. Lorenzetti? Ante todo sostengo que refleja de la mejor manera el pensamiento vigente en el mundo de hoy. Ese pensamiento se ha distanciado muchísimo de lo que sostiene la Iglesia Católica en los temas más importante que afecta la concepción del hombre. Por este motivo diferenciaría lo que significó la reforma al Código Civil y Comercial con lo que dice el Libro que comentamos.
1. En la reforma ese distanciamiento se expresa sobre todo en la manera de entender la Sexualidad, la Filiación, el Matrimonio y la Familia. Ni más ni menos. En estos temas que tocan de manera tan profunda la vida del hombre el nuevo código asume la tendencia cultural que se está produciendo en el mundo contemporáneo y lo plasma normativamente. En la sexualidad asumiendo la Ideología del Género, en la Filiación dándole un mayor autonomía a los menores como personas que pueden autogenerarse, en el Matrimonio asumiendo la ley del matrimonio Igualitario y en la Familia, considerando como tal la que es consecuencia de ese tipo de matrimonio. Aquí vemos que lo que la Fe en Cristo, a través de la Iglesia, ha generado en la cultura occidental a lo largo de los siglos se está desplomando vertiginosamente. Justamente el Papa Francisco nos ha dicho que hasta hace muy poco la sociedad partía de la base de la tradición cristiana, por lo cual el orden jurídico era reflejo de esa experiencia de Fe. El mismo Código Civil derogado, vigente durante más de 140 años, era en gran medida expresión de esa influencia decisiva de la Iglesia Católica. Bien, eso ya no existe y, el mismo Papa Francisco lo dice, hay otros factores de poder y realidades sociales, políticas y culturales, que configuran la realidad actual, de manera más profunda que lo que lo hacía hasta ahora la Iglesia Católica, y que han ido generando una manera de pensar y de vivir que ya no es la que sostiene la Fe. Pero es dentro de ese mundo en el que nos toca vivir, por lo cual debemos conocerlo a fondo.
2. En el libro veo plasmado en muchísimos aspectos lo que el Papa Francisco nos propone en los cuatro principios que comentamos. Por ejemplo cuando se trata el problema de la contaminación del Riachuelo, los principios“el tiempo es superior al espacio” y “el todo es superior a la parte” están vigentes en la manera de asumir el conflicto y encausarlo adecuadamente hacia el futuro haciendo que cada parte asuma la tarea y responsabilidad que le compete. En los delitos de lesa humanidad el principio “la unidad prevalece sobre el conflicto” y “la realidad es más importante que la idea” están plasmado en tratar de objetivar al máximo posible la raíz del conflicto que hemos vivido los argentinos y aprendiendo de nuestro trágico pasado “juzgar” que es aquello que avasalla la dignidad humana que no debe permitirse que vuelva a suceder. Esto dos casos solamente los nombro como referencias a tener en cuenta, pero a lo largo de todo el texto descubrí una manera de tratar los conflictos y encausar los problemas que están vinculados directamente con los cuatro principios.
¿Qué Proponemos? Lo que más me ha marcado del Papa Benedicto XVI, y que sigue fielmente el Papa Francisco, es que abramos la Razón y el Corazón. El le llamaba la “Caridad en la Verdad” que es el fundamento de la “Cultura del Encuentro” que tanto insiste en proponernos el Papa Francisco. La Caridad como una apertura al “Otro”, y la Verdad como aquello que sacia nuestra sed infinita de entender la Realidad. La Realidad es un Misterio Infinito, Inagotable, Inaferrable, a la que cada uno se acerca con su propio ímpetu interior, con su propio Corazón. Si aprendemos a “mirar” lo que ahí reside tenemos el punto de apoyo para empezar a generar una nueva base desde la cual reconstruir nuestra relaciones humanas más cercanas y desde ellas el conjunto de la vida social, también de toda la Argentina, y es esto lo que me ha provocado la lectura del libro que comentamos y la propuesta que le hacemos.