Notas de Opinión

Los muros y sus historias

Pasaron 25 años de la caída del muro de Berlín, 9 de noviembre de 1989 y Alemania partícipe directa de esta gesta, lo festeja. Duró desde 1961 hasta 1989. Sin el muro de la vergüenza, se levantó el de la desigualdad. Capitalismo y libre mercado era la nueva opción para la Alemania unida, la cual no ha podido lograr en su territorio la equidad e igualdad poblacional.

Tantos años de formación ideológica dejaron que gran parte del sector oriental, mantenga el pensamiento marxista, ateo como una experiencia de vida que los forjó a la idea del colectivismo social.

La actual Alemania dispone de un concejo consultivo denominado “los cinco sabios” y le han hecho conocer, a la Primera Ministra Angela Merkel, que su gobierno se encamina hacia una amplia recesión económica y social y que para contener esta situación se debe dejar al mercado para que solo regule todo. Para ello se deben reducir los gastos sociales y realizar ajustes severos en la micro y macro economía.

Alemania es el timón de Europa con 80 millones de habitantes, tiene en su población cerca del 20% de pobreza y exclusión social. El 50 % de su población no puede tener una vida digna, en un hecho comparativo Alemania tiene hoy, más pobres que en nuestro país, una impensada situación.

De acuerdo a datos difundidos a fines de octubre por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), alrededor de 13 millones de alemanes, prácticamente uno de cada seis, vivía en 2013 al borde de la pobreza. El estudio sostiene que el 16,1% de la población alemana no alcanza el nivel de ingresos mínimos fijado en la estadística de la Unión Europea sobre la renta y las condiciones de vida (EU-SILC) de 979 euros netos mensuales para una persona sola y de 2.056 euros para una pareja con dos niños menores de 14 años.

Este país quedó atrapado entre sus obligaciones con la OTAN y sus deudas y necesidades comerciales con Rusia. El bloqueo impuesto por el caso Ucrania, a Rusia se debilita día a día y pone en aprietos a Merkel. EE. UU. debilita a Europa con sus presiones ideológicas y geopolíticas, esto aumenta la crisis y generan un efecto dominó, en las sociedades de Italia, España, Francia, Grecia y la misma Alemania. Los pueblos mencionados estallan como en el 2001 en Argentina, en busca de una necesidad de vivir mejor.

Alemania está sufriendo una desocupación constante y esto da paso a la introducción de la droga como plata fácil para la subsistencia de muchos parados. En estos días justamente a raíz de grandes operativos policiales, se desbarataron numerosos grupos de cuasi “carteles” y toneladas de drogas fueron decomisadas.

La zona este de Alemania, quedó económicamente más desprotegida, entre ambas partes existe una desigualdad y una unidad relativa de muchos valores, lo que ha generado espacios considerables de pobreza, que se trata de ocultar públicamente.

El mundo festeja que se ha caído el muro de Berlín, pero hoy existen 24 muros distribuidos en los cinco continentes, tan sólo dos ejemplos, en México, EE. UU. levantó un muro a lo largo de su frontera de 1200 km, e Israel con ayuda financiera de EE. UU. levantó su muro de 700 km a lo largo de su frontera con Cisjordania, en ambos casos miles de personas dejaron sus vidas de una u otra forma.

Para terminar con el comunismo soviético y crear un mundo unipolar se contó con amplia colaboración del Gobierno de EE. UU. (Ronald Reagan), mediante la actuación de la CIA y el Pentágono, el Papa Juan Pablo Segundo, el líder sindical que luego fuera presidente de Polonia, Lech Walesa, empresas comerciales norteamericanas y de Italia. También colaboraron sectores del gobierno ruso, principalmente Mijail Gorbachov, presidente del partido comunista de la unión soviética.

Esta estrategia de occidente que luego creó “la globalización”, se transformó en un engendro que produjo más guerras, más miserias y desigualdades, que lo acontecido en los propios tiempos de la guerra fría.

Autor: Juan Carlos Fessia

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