Notas de Opinión

Mentira del Estado de bienestar


Los gobiernos repiten hasta la saciedad la famosa cantinela del “Estado del bienestar” hasta el punto de que muchos se lo han creído y se han llevado una gran decepción. Esto es lo que le ha pasado a una compañera mía que trabaja en una oficina de la Administración del Estado y hace unos cinco años me decía que deseaba jubilarse para disfrutar del estado de bienestar y ahora ya próxima a la jubilación, tiene un cáncer terminal del que se va a morir sin remedio.

Podemos pensar que se trata de un caso de mala suerte pero a mí me ha dado bastante que pensar. Si miramos lo que nos hace felices nos damos cuenta que las felicidades son muy pasajeras y que la vida normal va por otro lado, y en este lado, nos encontramos que todos los días tenemos que enfrentarnos a cosas desagradables y muchas veces dolorosas con las que no tenemos más remedio que convivir y, o las aceptamos, o nos convertimos en las personas más infelices.

El estado del bienestar viene a ser como suponer que vamos a conseguir el Cielo aquí en la tierra y esto por mucho que lo intentemos, sabemos que no es posible. Los placeres son siempre muy momentáneos y a veces nos dejan un regusto bastante desagradable, como a otra amiga mía que fue a hacer un crucero por el Mediterráneo pensando que sería el no va más y la pobre, se pasó casi todos los días vomitando por el mareo que le producía el vaivén del transatlántico.

Además, el estado del bienestar ¿para quién? Será para los que pueden trabajar y ganar un sueldo digno, porque para los millones de parados eso les debe sonar a guasa, pues saben bien que los políticos que lo proclaman tienen unos sueldos descomunales.


(*) Foro Independiente de Opinión. (España).

Autor: Isabel Costa Espluga (*)

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