MOISÉS VILLE (Por Marta Zinger).- La impunidad sigue el terrorismo también. El 18 de julio de 1994 fue el ataque terrorista con coche bomba que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA, en Buenos Aires.
Este despreciable acto de terrorismo mató a 85 personas e hirió a más de 300. Fue un ataque contra todos los argentinos, contra toda persona civilizada. Más allá del dolor causado por este brutal atentado, hay una herida adicional: las más de tres décadas de impunidad que le siguieron. También recordamos el atentado a la Embajada de Israel en la Argentina y el asesinato del fiscal Alberto Nisman.
Este homenaje se da en un momento de resurgimiento del antisemitismo, que fue incitado por el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 al Estado de Israel. Recordamos al mayor atentado en la historia Argentina. Fue también el mayor ataque contra objetivos judíos fuera de Israel, después de la Segunda Guerra Mundial.
Recordamos, porque tenemos memoria y pedimos justicia. Estamos siendo testigos de un dramático aumento en la violencia y los abusos contra judíos, instituciones judías, templos y quienes los apoyan en todo el mundo. Continuamos solicitando justicia por el pasado, por el presente y por el futuro del pueblo judío. No más atentados, no más muertes, no más violaciones, no más secuestros.
No más injusticias contra los pueblos que desean vivir en paz.
El homenaje
Se elevó un Kadish colectivo, oración en arameo, de duelo y un minuto de silencio. Luego se celebró el Kabalat Shabat, para recibir al Sábado.
Deseamos reflexión, unidad y paz para la humanidad. Alzamos las voces por la memoria, la verdad y los valores que unen la Comunidad Judía.
Y con esperanza por el retorno de todos los secuestrados a casa. Amén.