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En una carnicería situada en la zona Oeste de la provincia de Buenos Aires, un cliente de 34 años de edad e identificado como Fernando Espíndola, fue muerto a disparos de arma de fuego, cuando tres malvivientes encapuchados ingresaron con fines de robo.
En dicho suceso, otro joven resultó herido de un balazo en un muslo, y se conoció que los ladrones huyeron con un botín consistente en una importante suma de dinero, teléfonos celulares y otros elementos propiedad de las víctimas presentes.
La víctima presentaba en el cuerpo cinco impactos de balas, cuatro de ellos en una pierna y el restante en un hombro.