Notas de Opinión

Nessun Dorma: la casa está en llamas

Por Fabián Ruocco*


¡Qué nadie duerma! La selva de la Amazonia en Brasil arde a una velocidad récord. Su bioma es inigualable y su existencia es vital para los esfuerzos contra el cambio climático.

Sin embargo, en estos momentos, mientras el llamado pulmón del mundo está envuelto en llamas, la República Argentina está muda y quieta. Con la experiencia que nuestro país tiene en los grandes incendios patagónicos a través de "El Plan Nacional de Manejo del Fuego", creado en el año 1996, podríamos solidarizarnos con hechos concretos, sin embargo no se ha enviado ni expertos ni herramientas.

El Gobierno argentino sólo ha enviado un tuiteo, junto a una llamada telefónica formal. Como si alguna de estas prácticas pudiese apagar el fuego. Y con el paso de los días ofreció enviar un equipo de bomberos especializados en la lucha contra los incendios forestales.

Que nadie duerma. Es importante saber lo siguiente: ¡el fuego es rápido! No da tiempo para recoger nada, ni para hacer ninguna llamada. Un incendio podría matarte en tan sólo dos minutos. En cinco minutos una casa y un barrio urbano podría encontrarse ahogado en llamas. El calor y el humo podrían ser más peligrosos que las llamas. En los bosques la velocidad es más rápida porque todo es combustible y el viento aviva las llamas.

Generalmente, los incendios forestales son una técnica de "limpieza" agrícola habitual en la región, uno de los métodos de la deforestación, aunque es ilegal en esta época del año precisamente por el riesgo de incendios. La selva amazónica es considerada el pulmón del mundo por una razón muy importante: absorbe 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (hace tres década eran 2.000 millones), lo que evita la concentración de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.

El Papa Francisco expresó que la humanidad tiene una casa común, la Tierra, y que debemos cuidarla entre todos. Pero ese cuidado tiene un objetivo concreto y un corto plazo, y por eso es dramático mitigar el cambio climático que está poniendo en peligro la existencia de la Tierra como planeta del Sistema Solar.

Si entendemos al planeta como el lugar del cual surge y se multiplica la vida, cuidar la casa común es cuidar la vida en la Tierra, y esto implica salvar la humanidad y evitarle enormes sufrimientos.


ADVERTENCIA

EUROPEA

Que nadie duerma. El presidente francés Emmanuel Macron se expresó en Twitter convocando al G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) para una reunión de emergencia: "Nuestra casa está en llamas. Literalmente. La selva amazónica, los pulmones que producen el 20% del oxígeno de nuestro planeta, está en llamas. Es una crisis internacional. Miembros de la Cumbre del G7, ¡discutamos este primer pedido de emergencia en dos días! #ActForTheAmazon", escribió el político galo.

Además, el director del Programa para Amazonía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Ricardo Mello, aseguró que en la región de la Amazonía no existen procesos naturales que provoquen incendios, por lo tanto, el incremento es por la acción directa del ser humano.

Mientras, la directora de ciencias del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia (IPAM, por sus siglas en inglés), Ane Alencar, dijo que los incendios se deben al aumento en la deforestación, provocada por granjeros ambiciosos por obtener tierras de cultivo.

A esto se le suma la expansión de infraestructura vial y de la frontera agrícola y ganadera, el aumento de cultivos ilícitos y el tráfico de madera.

El programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) indica que los focos de incendio aumentaron en Brasil un 82 por ciento en comparación con el año pasado.

Específicamente, entre enero y agosto de 2019 hubo 71.497 siniestros, mientras que en la misma época de 2018 se registraron 39.194 quemas.

A Brasil le siguen con mayor cantidad de focos de incendio Bolivia (1.618), Perú (1.166) y Paraguay (465).

Por otro lado, el Servicio de Observación de la Atmósfera de la red europea Copernicus ha publicado gráficos que muestran que los incendios en los estados de Rondonia y Amazonas están teniendo mucha más actividad que la media de los últimos 15 años.

Es cierto que el bosque amazónico sufre incendios regularmente, pero de ninguna manera esto significa que sea normal. La Amazonia no evolucionó con incendios frecuentes. Los fuegos recurrentes no son un elemento natural en la dinámica de la selva tropical.

Por eso, el gobierno amazónico asegura que no se puede confirmar si las "quemadas" de este año son las habituales de la actividad agrícola o es obra de la deforestación. Los datos oficiales del Instituto de Investigaciones Espaciales no estarán consolidados hasta el año 2020.


LA RESPONSABILIDAD

DE BOLSONARO

Que nadie duerma. El director del instituto ha sido despedido recientemente por alertar de los altos índices de deforestación que está sufriendo el pulmón verde, basado en los datos abiertos que ofrece el centro que él dirigía.

El presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro acusó al instituto de alarmismo y de dañar la imagen y la economía de Brasil.

Desde la llegada de Bolsonaro al Gobierno de Brasil se estima que la deforestación se ha triplicado, pues sólo en julio se talaron 2.254,8 kilómetros cuadrados de bosques, es decir, 278 por ciento más que en julio del año pasado, según cifras del INPE en junio pasado. No obstante, el mandatario brasileño catalogó de falsos los datos del INPE y afirmó que su publicación se hizo para perjudicar al Gobierno. Y es que Bolsonaro ha emprendido una política de explotación de tierras para hacer de la Amazonía una zona económica con "un desarrollo similar al de Japón". Por ello, ha criticado que "el 60 por ciento del territorio está inmovilizado con reservas indígenas y otras cuestiones ambientales".

Las medidas antiambientalistas de Bolsonaro ocasionaron que Noruega y Alemania suspendieran los fondos destinados a preservar la Amazonía ante el aumento de la deforestación con la aprobación del Gobierno brasileño. Se trata de 33 millones de dólares que eran para la preservación del pulmón del planeta.

Que nadie duerma. El ministro de Cooperación y Desarrollo Económico alemán, Gerd Müller, detalló que la protección de la selva tropical es esencial para frenar el calentamiento global, pues la deforestación ocasionará que ese dióxido de carbono que la Amazonía absorbe ahora sea liberado de nuevo hacia la atmósfera.

En concordancia con el consenso científico mundial, no caben dudas de que las causas antropogénicas han acelerado este proceso negativo en el Brasil, y son las que se podrían haber controlado con acciones de gobierno responsables. A pesar de ello, están ilusionados con las redes sociales y el marketing político autoconvencidos de una "realidad paralela" mientras que nuestra casa está en llamas.

¡Nessun Dorma!.


(*) - Especialista en energía y medioambiente y director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT).

Autor: REDACCION

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