Notas de Opinión

Palestina e Israel

Cuando dos o más pueblos entran en un estado de guerra, generalmente existen problemas territoriales. Nos pudo haber sucedido con Chile, nos sucedió con Inglaterra y nuestras Islas Malvinas. En gran parte estas situaciones de conflictos fueron generados a partir de las divisiones originarias, marcando territorios de acuerdo a las apreciaciones e intereses realizadas por los países colonialistas.

En Medio Oriente, Inglaterra fue el país por excelencia que se dedicó a estas acciones dado sus intereses dominantes.

El tema a considerar hoy es el lamentable conflicto bélico entre Israel, Franja de Gaza y Cisjordania (que conforman el Estado Palestino).

Antes de 1946 el territorio en cuestión pertenecía a Palestina casi en un 90 %. Hasta 1947 la Franja de Gaza formaba parte del gobierno británico, en ese mismo año ante la creación de las Naciones Unidas, se decidió proceder a la partición territorial de Palestina compuesta por la actual Franja de Gaza y la mayor parte de la costa occidental del río Jordán.

En todos estos territorios existe una historia milenaria donde comulgan las tres religiones monoteístas, la cristiana, la musulmana y la judía. Muchos conflictos también están amparados en el mantenimiento de toda una cultura y tradición de la fe.

Hace 60 años que se dio inicio a este conflicto en forma casi continuada, desde la creación del estado de Israel el 15 de mayo de 1948.

En la guerra árabe, israelí en 1948, producto de la independencia proclamada, Egipto ocupa la Franja de Gaza y el territorio de la costa occidental del río Jordán, incluido Jerusalén, fue ocupada por Transjordania (actual Jordania).

Esta situación mantuvo a Israel en permanente estado de alerta y un nuevo enfrentamiento se produjo en 1967, en una guerra relámpago que se conoce como “la guerra de los seis días” originando la ocupación de todo el territorio palestino (Franja de Gaza y Cisjordania) dando lugar a los asentamientos hebreos en ambos territorios, contradiciendo el derecho internacional de usurpación territorial.

Los conflictos nunca cesaron y las grandes potencias de occidente y de oriente participaron permanentemente en la ayuda de uno u otro lado.

Israel tiene como aliados a EE. UU., Francia e Inglaterra, como países principales; Palestina a varios países árabes, Siria, Irán, parte de Irak, parte de Turquía, Venezuela, Cuba y entre muchos otros del tercer mundo, también a Rusia.

Los acuerdos de Oslo de 1994, determinaron una nueva organización territorial, conformando 16 gobernaciones. 11 en el Estado de Palestina (Cisjordania) y 5 en la Franja de Gaza, conformando una población total de más de 4.000.000 de habitantes.

Estos territorios están separados uno del otro y entre ellos se encuentra el estado de Israel. Hoy las naciones culpables de estos enfrentamientos junto al Secretario General de la Naciones Unidas, tratan de parar los enfrentamientos mediante una tregua humanitaria, las víctimas de palestinos superan toda realidad imaginada.

Demasiadas muertes inocentes están dejando secuelas sin retornos, día a día la crisis aumenta en su dimensión.

El poderío bélico de Israel tiene la capacidad de acción para dejar una planicie de Palestina. La incomprensión y la obstinación de ambos estados no dan lugar a una luz en el camino de la paz.

En los principales países del mundo hay manifestaciones contra los atropellos producidos en la Franja de Gaza, llegar a un pronto acuerdo ha de ser una imperiosa necesidad de supervivencia.

La solución sería la creación de un estado binacional, pero ha corrido mucha agua bajo el puente, esta propuesta sería una utopía, se hace necesario la reconciliación y la convivencia entre estos pueblos hermanos en sus orígenes.

Autor: Juan Carlos Fessia

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