I – En la mañana veraniega del domingo 28 de junio de 1914 el cielo se abrió temprano y todos sabían que sería una jornada de calor sobre los Balcanes. No obstante lo sofocante, los vecinos de Sarajevo terminaban los arreglos para recibir una ilustre vista, sin poder ni siquiera imaginar que en pocas horas más se produciría el magnicidio más crucial del siglo XX y uno de los más drásticos de la Historia.
Los serbios estaban en el aniversario de la Batalla de Kosovo, librada el 15 de junio de 1389 –del calendario juliano, 28 de junio del gregoriano-, el día de San Vito (Vidovdam), en el Campo de los Mirlos, en donde el príncipe Lazar Hrebeijanovic fue aplastado por el sultán Murad I al frente del arrogante ejército otomano y daba inicio a otro de los tiempos trágicos de esa convulsionada tierra; el del sometimiento a los invasores.
Si bien habían pasado varios siglos, el sentimiento era similar; en pleno siglo XX los servios sentían la misma opresión, pero ahora de la corona Austro-Húngara.
La historia más reciente indicaba que por el “tratado de Berlín”, firmado en 1878, el “vilayet de Bosnia” fue ocupado y puesto bajo administración austrohúngara, aunque oficialmente siguiera perteneciendo al Imperio Otomano. Por ese acuerdo, las potencias europeas reconocieron a Serbia como un Estado soberano. En un primer momento, los monarcas serbios aceptaron reinar dentro de los límites establecidos por este acuerdo.
Este panorama cambió en 1903 cuando un grupo de militares nacionalistas ultiman en el palacio a Alejandro I de Serbia junto a su esposa Draga y entronizan a Pedro I de Serbia, miembro de la casa Karadordevic.
Otros hechos, no menores, tributaron en aportar nuevos conflictos tales como la “Guerra de los cerdos” por un tema aduanero y la anexión austrohúngara en Bosnia.
En una sociedad violenta, lo conflictos tomas estas vías que no admiten retornos. El 15 de junio de 1910, Bogdan Žerajić intentó matar al general Marijan Verešanin, quien gobernaba Bosnia y Herzegovina con mano de hierro. Žerajić era un serbio ortodoxo de 22 años natural de Nevesinje (Herzegovina) que viajaba con frecuencia a Belgrado. El atentado motivó una implacable represión de un levantamiento de campesinos bosnios hacia fines de ese mismo año. Mas violencia.
Esta modalidad de los atentados y el sacrificio con el tiro final que se disparó en la cabeza en joven, fueron de inspiración para los seguidores.
II - El anciano emperador Francisco José I de Austria le encargó a su sobrino y heredero, el archiduque Francisco Fernando, que asistiera a las maniobras militares de junio de 1914 en Bosnia.
Francisco José I había aceptado a regañadientes el matrimonio de Francisco Fernando con la condición de que sus descendientes nunca pudieran acceder al trono, la regla indicaba que debía casarse con una mujer de la casa de Habsburgo. Sofía Chotek von Chotkow und Wognin, era una condesa de alta nobleza checa y se le trataba como a cualquier ciudadana en la corte austriaca, según el protocolo imperial. Por ese motivo ambos cónyuges se habían vistos forzados a contraer un matrimonio morganático, y Sofía llevaba una vida retirada en la ciudad de Viena. La pareja cumplía catorce años desde su boda el 28 de junio y serían recibidos con todo ceremonial, algo impensable en Viena precisamente por indicarlo el fasto real. Sofía, embarazada de su cuarto hijo, podría por fin acompañar a su marido en el mismo automóvil en un acto oficial.
Pero ese inocente aniversario de bodas, en el día de patrono -vidovam- fue tomado como una provocación por los rebeldes. Sería, por lo tanto, el día ideal para alcanzar el sueño de la Gran Serbia, en la cual se integrasen la mayoría de los eslavos de los Balcanes. En ella debían incluirse, según las aspiraciones nacionalistas, las provincias de Bosnia-Herzegovina, que habían sido anexionadas por el Imperio Austro-Húngaro en 1908.
III - Gavrilo Princip era un joven esmirriado, enjuto y pálido, nacido en Obljaj, pueblo al norte de Sarajevo, que tuvo que abandonar por ser expulsado de la escuela. Luego de fracasar en sus deseos de ingresar al ejército de Prokouplijé para ser un “comitadjis”, se acerca a una incipiente sociedad, casi un grupo extremista con ideales nacionalistas, denominada “Joven Bosnia”, ("Mlada Bosna") que buscaban la unificación del territorio, ya fuera con Serbia o con otros países eslavos. Este resentimiento se halla en el origen del atentado.
Danilo Ilić, mentor de la secta, reclutó a varios hombres, los adoctrinó y entrenó en el uso de armas. Ese día dispuso seis de los más preparados en distintos lugares de paso de la comitiva.
IV – Por la falta de títulos suficientes, la pareja no tuvo en esa visita la seguridad policial necesaria. La comitiva que esperaba en la estación del tren estaba encabezada por gobernador Oskar Potiorek. El tercero se los seis coches era un descapotable “Gräf & Stift”, donde iban Francisco Fernando, Sofía, el gobernador Potiorek y el conde Franz von Harrach. El cortejo siguió el itinerario pautado y pasó por delante de las narices de algunos hombres puestos estratégicamente que, por distintos motivos, no pudieron llevar adelante su cometido. Cuando el coche de Francisco Fernando pasó frente a Čabrinović, uno de los consignados para el atentado, arrojó la bomba con tanta suerte que el pesado artefacto rebotó en la capota abierta del vehículo, cayó en el empedrado y explotó bajo el coche que seguía. Como estaba previsto, el frustrado magnicida se tragó la cápsula de cianuro y se lanzó al río Miljacka con la fatalidad de que despidió la pastilla y el río tenía sólo un palmo de profundidad.
El séquito apuró el paso hacia el ayuntamiento y luego del discurso, el visitante decidió cancelar la agenda y acudir al hospital para saludar a los heridos. El camino propuesto por el gobernador fue el seguir por los embarcaderos Appel a fin de evitar el centro hasta el hospital.
Con el atentado fallido, Princip fue hasta una tienda y desde el lugar puede advertir el coche real en una maniobra cerca del puente Latino. De inmediato se le ocurre que era la hora de pasar a la posteridad y hace unos pasos, extrae la pistola FN calibre 9 mm y dispara.
La primera bala ingresó en el cuello del archiduque y cortó la yugular y la segunda dio en el abdomen de la duquesa. No obstante las atenciones, fallecieron a los pocos minutos.
V - El Imperio Austrohúngaro acusó a Serbia del asesinato y lanzó un ultimátum muy duro. El gobierno serbio, con el apoyo de Rusia, rechazó la intervención de policías austríacos en la investigación del atentado en territorio serbio, lo cual dio lugar al rompimiento de relaciones diplomáticas entre el Imperio y Serbia. Atribulado por la muerte de su sucesor, el viejo emperador declara la guerra a Serbia y para el 11 de agosto de 1914 se cruzaban siete declaraciones de similar tenor entre otras tantas potencias europeas. Había estallado la gran guerra mundial.
Ese disparo de hace un siglo, fue el preludio de la gran conflagración.
(*) Abogado y profesor ordinario de la UNL.