Notas de Opinión

Se agrava el conflicto

Los discursos de la Presidenta en la sede de las Naciones Unidas (UN) profundizaron su consigna de “Patria o buitres” tanto en lo político como en lo económico. Criticó duramente a los EE.UU. ante el mismo presidente Obama -algo semejante a lo que hiciera su marido frente a Bush en la Cumbre de Presidente de las Américas de Mar del Plata- por el uso de la fuerza en Siria e Irak.

Al mismo tiempo, el Jefe de Gabinete (Capitanich) criticaba a Alemania por manifestaciones de su ministro de Finanzas. Cristina Kirchner también defendió el acuerdo con Irán -que genera opiniones contradictorias dentro del gobierno de Rohani- y criticó a Israel por su posición en el conflicto palestino.

Mientras, el ministro de Planificación e Infraestructura (De Vido) informó a un funcionario estadounidense que las empresas de su país tendrían problemas para invertir en Vaca Muerta y en las centrales nucleares. La Presidenta caracterizó la posición de los holdouts (fondos buitre) como “terrorista” y a EE.UU. por ser cómplice de ellos.

El Departamento de Estado dijo que la relación bilateral atravesaba un momento muy difícil y el gobierno alemán, sin querer escalar el conflicto, negó relación con los “fondos buitre”. En Argentina, Carta Abierta -que reúne y expresa a los intelectuales K- presentó dos días después su documento número 17 con la consigna “buitres de la economía, halcones de la guerra”, reclamando más regulación de la economía y una defensa más enérgica de las reservas.

A su vez, el Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda (Feletti) sostuvo que el gobierno tiene reservas para llegar hasta fin de 2015. Esta afirmación, junto con el pedido de autorización en el proyecto de presupuesto para gastar el año próximo 12.000 millones de dólares de reservas para pagar deuda, confirman la intención del gobierno de prolongar el “default técnico” durante el año próximo. La decisión del Juez Griesa determinando el desacato de Argentina ante los tribunales estadounidenses y el fracaso de la ley de “Pago Soberano” al rechazar la mayoría de los acreedores con vencimientos el 30 de septiembre cobrar en el país, endurecerán la posición argentina.

Al mismo tiempo, el oficialismo aprovecha el control que mantiene del Congreso para aprobar normas importantes que se proyectan hacia el futuro. Esta semana Diputados podría dar sanción definitiva al proyecto de modificación del Código Civil y Comercial. En el contexto de crisis cambiaria que enfrenta la Argentina, el artículo que permite al deudor optar por el pago en pesos de las obligaciones pactadas en dólares tendrá impacto. También avanza en comisión el tratamiento del Presupuesto para 2015, que contempla un incremento de gasto que duplica la inflación prevista. Si bien la experiencia muestra que ello no tiene valor alguno, sí confirma la intención del gobierno de incrementar fuertemente el gasto en el año electoral.

Sólo el 26% de los ingresos que recauda el estado nacional irán a las provincias -el máximo fue del 50%- pero la Presidente recibe esta semana a gobernadores alineados con la Casa Rosada para anunciarles que se prorroga el acuerdo que pospone el pago de sus deudas con el gobierno nacional.

También ha entrado en el Congreso el proyecto de ley de Hidrocarburos que otorga al gobierno nacional atribuciones que no tenía en las licitaciones de las áreas de exploración y explotación. El oficialismo también aprovechará para aprobar la ley que estatiza la deuda de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, que tiene media sanción del Senado.

La afirmación de Máximo Kirchner de hacer “irreversibles” las reformas se encuentra detrás de este uso intenso y eficaz de la mayoría parlamentaria en lo que resta de 2014.

Paralelamente, el oficialismo desarrolla una estrategia política que fue bien explicitada por el hijo de la Presidenta, al decir que el Kirchnerismo en 2015 “puede entregar el gobierno pero no el poder”. La designación de 13.000 agentes más en la planta permanente del estado nacional el año próximo es una iniciativa de La Cámpora para asegurarse contar con funcionarios adictos al dejar el poder.

El Vicepresidente (Boudou) es el caso extremo: en tres años ha multiplicado por casi 3 el personal del Senado. El envío de 13 propuestas para cubrir fiscales, de los cuales 6 son afines al Kirchnerismo, es otra evidencia al respecto. Pero es en la justicia donde el oficialismo encuentra límites: no logró colocar un funcionario afín para cubrir provisoriamente el decisivo juzgado electoral de La Plata y en las elecciones en jueces y abogados para el Consejo de la Magistratura fue derrotado.

Scioli trata de seguir con su “eficaz” ambigüedad con uno de sus funcionarios más importantes (Montoya) y su propia esposa reconoce el problema de la inflación, pero él se muestra al mismo tiempo con el ministro de Economía (Kicillof).

En tanto, el Kirchnerismo prepara nuevos actos para el 4 y el 11 de octubre, los que culminarán con una nueva aparición de Máximo el 27 de octubre, al cumplirse cuatro años de la muerte de Néstor Kirchner.

Por su parte, la oposición mantiene la competencia entre sus tres opciones electorales, coincidiendo en algunos puntos, pero compitiendo entre ellos. 

El Jefe de Gobierno porteño Macri ha decidido presentar sus propios candidatos en todo el país y mostrarse como lo diferente al PJ y la UCR, prescindiendo de alianzas con el radicalismo, las que de cualquier modo pueden realizarse en algunos distritos. Massa por su lado sigue buscando el apoyo de intendentes radicales, menciona a Lavagna como su eventual candidato a la Vicepresidencia y visita Silicon Valley en los EE.UU., buscando dar una imagen de modernidad. Los presidenciables del FAU-UNEN han cerrado filas y asumen que no habrá alianza con el PRO.

En conclusión: los discursos de la Presidente en la UN han profundizando los conflictos con EE.UU. y sus aliados en lo político y con los mercados en lo financiero; al mismo tiempo, avanza en el Congreso para aprobar temas claves en lo que resta del año (presupuesto, código civil y comercial, hidrocarburos, etc.) para hacer “irreversibles” las reformas; avanza con designaciones en la justicia y la administración pública, por si se hace necesario “entregar el gobierno pero no el poder” y prepara un candidato propio para competir con Scioli; por último, las tres alternativas opositoras coinciden contra el gobierno pero compiten entre ellas y ello da al Kirchnerismo la posibilidad de llegar a la segunda vuelta, aunque la pierda.

Autor: Rosendo Fraga

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